sábado, 20 de noviembre de 2010

LA VERDAD AL DESNUDO


Por: Luis Peña Rebaza

¡Hay que romper el pacto infame de hablar a media voz!
Es una de las famosas frases del maestro Manuel Gonzales Prada, el crítico más implacable de la sociedad y los gobernantes regímenes oligárquicos peruanos, causantes de la traumática derrota ante Chile. Así, es imprescindible tener que contar y desnudar la verdadera historia del país, por más cruda que sea, única manera de reencontrarnos a nosotros mismos en la perspectiva de construir nuestra nación. En tal sentido, y como nos hallamos en vísperas de ingresar a un periodo electoral que, sin duda, será efervescente quizá debemos empezar por mencionar algunas facetas poco conocidas de ciertos partidos que van a competir en esta lid democrática.
El otro día caminaba por el jirón Pizarro y, de pronto, encontré de casualidad a un entusiasta ex reservista del ejército y seguidor del desfasado nacionalismo de Antauro y de Ollanta Humala que hacia flamear en sus manos dizque la "bandera del Tahuantinsuyo" con los siete colores del arco iris. Pues resulta que esta bandera no existió jamás. Es la conclusión de la Academia de Historia. En el mundo andino y americano pre-hispánico no se vivió el concepto de bandera, de patria, de nacionalidad que no corresponde al contexto histórico. ¿O alguien podría sostener y demostrar que hubo una bandera azteca, maya, chavín o mochica?. Las sociedades del mundo antiguo en Europa desarrollaron su concepto de nación o patria basadas en vínculos raciales, religiosos, lingüísticos ó dinásticos; que actuaban como una extensión de las relaciones personales. Posteriormente, la capacidad de trasladar esta identidad a un nivel más amplio, hasta llegar al concepto moderno de país, difícilmente surgió antes del siglo XVII. En consecuencia, esta patraña es una invención del siglo XX, el año 1973 el ingeniero Raúl Montesinos Espejo, dueño de la radio Tahuantinsuyo, la utilizó al conmemorar el 25 aniversario de su radioemisora. Su uso, junto con la confusión y el craso error, se fueron extendiendo posteriormente, razón que llevó a que en 1978, el alcalde del Cuzco, Gilberto Muñiz Caparó, la declare como emblema de esa ciudad.
Alianza para el Progreso, este nombre y programa fue idea de John Kennedy, en un contexto en el cual el éxito de la Revolución Cubana, aquella gesta de Fidel y del Che Guevara en la Sierra Maestra, envalentonada luego del fracaso de la invasión mercenaria de Bahía de Cochinos, contaba con muchos simpatizantes en América Latina. Eran los años de la tensa Guerra Fría. La Alianza para el Progreso (ALPRO); surgió en agosto de 1961 en Punta del Este - Uruguay, en una reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA). ¡Incluso con los colores rojo, azul y blanco!, Kennedy quería evitar a toda costa que el ejemplo cubano y la doctrina marxista leninista se multiplicaran en el continente americano. Para ello, a través de la puesta en acción de este programa, en los pobres y miserables países latinoamericanos debían tomarse una serie de medidas sociales, políticas y económicas que permitieran "mejorar la vida de todos los habitantes del continente".
La famosa bandera indoamericana del Partido Aprista Peruano, el mapa de América Latina desde el sur del rio Bravo en México hasta la Patagonia argentina, es el escudo de la Universidad Nacional Autónoma de México, diseñado por el propio rector de aquel entonces, el gran filosofo, político, educador y escritor, José Vasconcelos, reflejando allí la filosofía y el momento cumbre vivido a partir de 1910: la innovadora propuesta política encabezada por Francisco Madero y dirigida contra el retrógrado régimen corrupto y oligárquico de Porfirio Díaz, amparado en una más de tantas reelecciones fraudulentas y, que al irrefrenable impulso de los mayoritarios sectores postergados, fue convertida posteriormente en profunda revolución agrarista a través de las luchas de Emiliano Zapata, Pancho Villa, Venustiano Carranza y otros. Y, no podemos dejar de mencionar el himno que, con unción, cantan los compañeros, La Marsellesa, compuesta por Rouget Le Isle, cuya melodía es copia fiel del himno nacional de Francia, cantado desde los turbulentos días en que la liberté, egalité et fraternité, se proclamaban como principios rectores de una nueva sociedad.(http://conlafeylaverdad.blogspot.com/)