En una clara afrenta a las autoridades sanitarias y legales d.e nuestra ciudad, desde hace dos semanas el emporio comercial Albarracín (‘Tacorita’), situado frente al ex mercado Mayorista, se ha convertido en el paraíso perfecto para ofertar miles de juguetes altamente tóxicos, los cuales producirán daños irreparables en el sistema nervioso de miles de pequeños inocentes. (Foto: CArlos Aldea)
Durante un breve recorrido efectuado por las principales tiendas comerciales de ‘La Meca de lo ilegal’, periodistas de La Industria constataron el salvaje (e inconsciente) comercio de artículos para diversión infantil, tales como superhéroes de plástico, carritos, muñecas, pelotas, espadas y otros artilugios inimaginables, los cuales son expendidos a granel sin autorización sanitaria autorizada por los fabricantes y registro de comercializador otorgado por la Dirección General de Salud (Digesa).
Chipotes chillones, enormes dinosaurios, sofisticados robots a pilas, coquetas muñecas que cantan, coloridas paletas de pin pon, espadas del augurio que despiden luces de neón, así como aglomerados soldaditos de plástico dentro de bolsas transparentes constituyen algunos de los cientos de mortíferos elementos de fabricación china que pueden matar a miles de niños si tan sólo éstos llegaran a introducirlos –por mera curiosidad– dentro de sus bocas.
Sin embargo, tal vez lo más preocupante de todo, es que los irresponsables comerciantes han adherido etiquetas falsificadas sobre las verdaderas, nada más y nada menos, que con la clara finalidad de encubrir las advertencias de toxicidad colocadas originalmente por sus fabricantes.
Por: Carlos Flores Balarezo (laindustria.pe) http://conlafeylaverdad.blogspot.com
Durante un breve recorrido efectuado por las principales tiendas comerciales de ‘La Meca de lo ilegal’, periodistas de La Industria constataron el salvaje (e inconsciente) comercio de artículos para diversión infantil, tales como superhéroes de plástico, carritos, muñecas, pelotas, espadas y otros artilugios inimaginables, los cuales son expendidos a granel sin autorización sanitaria autorizada por los fabricantes y registro de comercializador otorgado por la Dirección General de Salud (Digesa).
Chipotes chillones, enormes dinosaurios, sofisticados robots a pilas, coquetas muñecas que cantan, coloridas paletas de pin pon, espadas del augurio que despiden luces de neón, así como aglomerados soldaditos de plástico dentro de bolsas transparentes constituyen algunos de los cientos de mortíferos elementos de fabricación china que pueden matar a miles de niños si tan sólo éstos llegaran a introducirlos –por mera curiosidad– dentro de sus bocas.
Sin embargo, tal vez lo más preocupante de todo, es que los irresponsables comerciantes han adherido etiquetas falsificadas sobre las verdaderas, nada más y nada menos, que con la clara finalidad de encubrir las advertencias de toxicidad colocadas originalmente por sus fabricantes.
Por: Carlos Flores Balarezo (laindustria.pe) http://conlafeylaverdad.blogspot.com