lunes, 29 de noviembre de 2010

CRONICA DE UNA DESGRACIA ANUNCIADA

Huamachuco, tierra de nadie
Es una tarde entre sol y nubarrones que anuncian otra tarde de lluvia con una plaza de armas llena de gente, entre murmullos y vendedores ambulantes.
15.00
De un restaurante que atiende en la casa de la familia González sale un tipo de unos 50 años aproximadamente persiguiendo a un muchacho de estatura baja alcanzándolo justo al frente de la casa de Sánchez Carrión donde hay una zanja que hasta la fecha no le colocan la rejilla que corresponde. El muchacho es cogido y empujado a esta zanja, el tipo salta encima y empieza a patearlo y a pisarle la cabeza repetidamente. El tipo sale de la zanja, empieza a caminar por la vereda del Jr. Balta, llega al Jr. San Martín entra a esta calle y sigue su rumbo con toda tranquilidad.
15.10
De un negocio salen unas chicas y con la ayuda de algunos vendedores sacan al muchacho de la zanja en estado inconsciente y le echan agua a la cabeza. A los pocos minutos llega otra persona en una moto, recoge al muchacho agredido y se lo lleva velozmente.
Una señora reacciona y exclama: ¡Hay que perseguir al agresor, se ha ido por la San Martín! A la altura del Teatro se encuentra un Policía, se le avisa de esta agresión y se le da todas las características del agresor y de inmediato va en su búsqueda. Lo encuentra a la altura del Jr. San Martin con el Jr. Estete y lo detiene llevándolo a la comisaría.
15.30
Con un grupo de comunicadores sociales nos dirigimos a la comisaría para indagar sobre el agresor, hablamos con el policía de turno y nos confirma que estaba detenido y se le tomaría su manifestación y justo en ese momento aparece el agresor hablando en voz alta y en evidente estado etílico. Nos permiten entrevistarlo, y con toda tranquilidad reconoce la agresión manifestando que lo había insultado y que por eso actuó de esa manera. Una colega le pregunta: ¿Por un insulto Ud. ha masacrado a patadas y pisotones en la cabeza a esa persona? El agresor contesta: “Ud. que fuera señorita, si la insultaran seguro que actuaría así, además sólo lo he pisado una vez en la cabeza”.
Le preguntamos de donde era y dice ser de Huamachuco y trabaja en una reconocida compañía minera asentada hace mucho tiempo en esta ciudad, que es conductor y que era su día libre. No quiso dar su nombre.
Nos acercamos al policía para solicitarle los datos de esta persona y nos indica que primero esperaría el diagnostico del médico porque suponía que el agredido había sido trasladado al hospital.
15.45
Nos constituimos de inmediato a emergencia del Hospital Leoncio Prado y nos manifiestan que hasta el momento no había ningún ingreso de alguna persona que haya sido agredida. Nos trasladamos a una clínica particular por la Av. 10 de Julio y nos dan la misma respuesta, que no tenían ningún caso ingresado de esas condiciones.
16.15
Regresamos a la comisaria y el policía manifiesta que se le tomará solo sus datos y que sería dejado de inmediato en libertad porque no hay ninguna denuncia en su contra, la víctima no existe, por lo tanto, no hay ninguna prueba de nada y que de repente ellos serían denunciados por haberlo detenido por nada.
16.30
El agresor sale por donde entro, lo esperan un par de señoras, agarra su celular, llama y dice: ¡Ya estoy fuera, no pasa nada, ya estoy llegando, espérenme!
16.45
Regresamos al lugar de los hechos y todos los que han sido testigos de esta masacre confirman todo lo acontecido y agregan con lágrimas en los ojos: “Esto es de todos los domingos, vivimos en ansia permanente, se acuchillan, se cortan, se orinan en plena plaza y nadie dice nada. Huamachuco se ha vuelto una ciudad sin ley, una tierra de nadie”.
17.00
La gente sigue dando vueltas de plaza, los vendedores ambulantes reinician la venta, los fotógrafos ambulantes siguen trabajando, empieza a lloviznar, se oscurece todo por los nubarrones negros. Todo vuelve a lo supuestamente normal.
Hasta la próxima masacre.
marco lopez
www.wamachuko.com (http://conlafeylaverdad.blogspot.com)