Exministros de Educación analizaron el planteamiento del presidente para incentivar la carrera magisterial con un mayor salario y aumentar las plazas en todo el país.
Por: Andrea Abanto
Estas propuestas del jefe de Estado están en sintonía con sus ofrecimientos de campaña, ya que se comprometió de manera sólida a mejorar los incentivos de la carrera magisterial.
La promesa de Castillo comprende incrementar, desde este año, 500 soles al sueldo mínimo docente, y así hacerlo cada año hasta el 2026. Juan Cadillo, exministro de Educación, dio a conocer a La República que un poco más del 70% del presupuesto para la cartera de Educación se destina a planilla, es decir, al pago de las remuneraciones de profesores y personal relacionado.
Por tanto, opinó que, al ser un monto importante, “es complicado poder materializar” la iniciativa, y depende de la caja fiscal y de la “voluntad política” para encontrar la manera de que esto se pueda financiar.
“Voluntad política implica que se tiene que ajustar a los otros ministerios o, en todo caso, aumentar la recaudación fiscal”, añadió.
De esta manera, la factibilidad del incremento del sueldo depende de la reducción del presupuesto en otras carteras para priorizar a Educación, así como del cobro de mayores impuestos.
A su turno, el también exministro y líder de educación de Propuestas del Bicentenario, Daniel Alfaro, consideró que el incremento de la remuneración se debe ejecutar, pero no es factible que se logre al 2026.
Esto se basa, según comentó, en un estudio realizado en el 2018, cuando él pertenecía al Gobierno de entonces. Con la indagación se determinó que para poder aumentar el presupuesto a Educación “de un año a otro” tendrían que reducirse hasta nueve ministerios.
“El Ministerio de Economía y Finanzas, que es el que se encarga de las finanzas públicas, tendría que decir qué tan viable es que pueda subir el presupuesto público de Educación al nivel necesario para poder pagar a una UIT por maestro, considerando que el estudio del 2018 decía que tenías que, de manera metafórica, cerrar ocho o nueve ministerios para lograr eso”, manifestó a este medio.
No obstante, acotó que el planeamiento del mandatario es positivo, ya que, a mejor salario, la carrera profesional se vuelve más atractiva. Con ello, mejores talentos se postularían como docentes, lo cual daría como resultado “un cambio sustancial y transformador en nuestro país”.
Plazas docentes: un problema de acceso y capacitación
El presidente Pedro Castillo también sostuvo que en el nuevo concurso de nombramiento —suspendido tras el escándalo de filtración de pruebas— se están ofertando 45.000 plazas, a las cuales esperan sumar 43.000 más mediante un proyecto de ley presentado al Congreso que posibilita la conversión de plazas eventuales en orgánicas. De lograrse, serían más de 80.000 plazas docentes disponibles.
Sobre ello, Cadillo y Alfaro coinciden en que económicamente esto sí se puede dar; sin embargo, el problema de cubrir las vacantes radica en otro lado: acceso y capacitación.
“Hay un número grande de plazas, pero varias de ellas de difícil cobertura. Esto significa que se encuentran en zonas alejadas o, por condiciones del idioma, a veces no son cubiertas”, mencionó Juan Cadillo.
“No es un problema de cantidad de plazas ofrecidas, es un problema de mejorar las competencias de los docentes para que puedan superar las dos pruebas y poder tomar uno de estos nombramientos”, refirió Daniel Alfaro.
Este último advirtió que menos del 5% de profesores cogían las plazas, por lo cual también señaló que frente a este panorama sería peligroso intentar bajar los estándares a fin de lograr el ingreso de más docentes.
El Gobierno debe encontrar la manera de cumplir las promesas del mandatario para mejorar el sector Educación, manteniendo la meritocracia en los postulantes, ya que ese es el sentido de incentivar una formación de calidad. Del mismo modo, el reto se encuentra en comprometerse con propuestas viables a concretar mejoras en el presupuesto nacional, y así pueda ser distribuido de tal manera que simbolice un beneficio real a la población. (LA REPÚBLICA)