En medio de cultivos de palta y caña de azúcar, en el corazón del valle de la provincia de Virú, se encuentra una huaca en cuya fachada sur exhibe pintura mural de más de 3,200 años de antigüedad y pertenecería a la cultura Cupisnique.
Desafortunadamente, este descubrimiento no es producto de una intervención planificada de investigación, sino como consecuencia de la destrucción del sitio por un grupo de personas que buscaba extender los campos de cultivo.