La utilización de nuevas tecnologías y el trabajo conjunto entre el sector público y privado pueden garantizar la continuidad de la educación
En el punto álgido de la pandemia de COVID-19, 1.600 millones de niños vieron interrumpida su educación, es decir, nueve de cada 10 niños en más de 190 países en todo el mundo.
Peor aún, alrededor de un tercio de estos niños no tenían acceso a herramientas de aprendizaje remoto, como clases en línea.
En todo el mundo, cientos de millones de estudiantes carecen de acceso a Internet. Están en el lado equivocado de la brecha digital, a costa de su aprendizaje, su capacidad para desarrollar habilidades y para dar un salto hacia un futuro mejor.
"Al combinar el financiamiento, las ideas y el compromiso público y privado, podemos cerrar la brecha digital, reinventar la educación y poner el aprendizaje, las habilidades y las oportunidades en manos de todos los niños y jóvenes del mundo. Al pensar en grande, estas iniciativas pueden ser transformadoras y de gran alcance", aseguró Kate Day, jefe de Escuela del Colegio Sir Alexander Fleming.
También destacó cumplir requisitos: escuelas seguras, innovación, conectividad, habilidades para el empleo y el crecimiento e involucrar a los jóvenes.(DIARIO CORREO)