EL 10 DE ESTE MES SERÁ RECORDADO COMO UNA FECHA EN QUE UNA PERSONA ASUMIÓ EL PODER POLÍTICO ABSOLUTO DEL PAIS LUEGO DE UNA CUESTIONADA VACANCIA PRESIDENCIAL POR CORRUPCIÓN PESE A QUE ÉL BLINDÓ A SUS AMIGOS CORRUPTOS.
La fuerza del
número de votos triunfó sobre la fuerza de la razón y del sentir del pueblo que
reclama la culminación normal del gobierno de Martín Vizcarra el 28 de julio del
2021 asestando con ello un duro golpe al
Estado de Derecho. Un mecanismo utilizado
por las agrupaciones conspirativas en el Congreso de la República que les
permitió el triunfo logrando vacar a Martín Vizcarra de la Presidencia de la
República, para, consecuentemente, hacerse del Poder Ejecutivo estableciendo así
un poder omnímodo al detentar dos poderes del Estado: Legislativo y Ejecutivo,
pues, Manuel Merino, continúa siendo, legalmente, el Presidente del Congreso de
la República y, simultáneamente, desde el 11 de este mes, es Presidente de la
República ya que ha asumido este ultimo cargo a nivel de encargatura, demostrando
con ello una censurable ineptitud al no renunciar ni pedir licencia al cargo de
Presidente del Congreso.
De esta manera, las fuerzas oscuras del
Congreso de la Republica se han constituido en una entidad que legislará y
fiscalizará al mismo tiempo las acciones del Gobierno, es decir ni más ni menos
que “juez y parte”, convirtiéndose en un caso inédito en la historia peruana.
Inédito por no compararse con lo ocurrido con el caso del gobierno de Valentín
Paniagua quien surgió en una coyuntura diferente como fue la fuga del dictador
Alberto Fujimori al extranjero lo que provocó un vacío de poder y el
descubrimiento de un reguero de corruptelas comprobadas motivo por el cual Paniagua
recibiera el encargo de convocar y llevar adelante las elecciones del 2000 para
cubrir dicho vacío con un nuevo gobierno. Por esta razón la hija del Dr.
Paniagua ha calificado como “infame” el aprovechamiento político que viene
haciendo Merino de Lama de la imagen y memoria de su padre.
EL VERDADERO INTERÉS
Según Gerardo Távara, ex Secretario general de la Asociación Transparencia, la vacancia presidencial fue inspirada e impulsada por dos agrupaciones políticas del Congreso cuestionadas judicialmente: UPP y Podemos al que se le unieron APP, AP y el Frepap con intereses ajenos al país como el indulto de Antauro Humala, líder de Unión Por el Perú (UPP) quien purga condena por sedición y asesinato_; asimismo, la acreditación de la Universidad Privada TELESUP de José Luna Gálvez, líder del partido PODEMOS, acusado de pertenecer a la organización criminal “Los Gánster de la Política” y, la impunidad para varios congresistas con denuncias de presuntos delitos de violación sexual, asesinato, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, etc.
Por ello resulta cuestionable que Merino
de Lama se haya atrevido a calificar de “ladrón” a Vizcarra en base a los
supuestos delitos que están en investigación; sin embargo, él es amigo del
congresista Edgar Alarcón, quien es calificado como tal por la Fiscalía de la
Nación después de haberlo ya investigado y ahora lo acusa constitucionalmente;
empero, Merino de Lama, siempre lo ha blindado.
Lo preocupante, pues, es que quien ha
tirado la primera piedra es el Congreso, quien no está libre de culpa con las
manchas de la corrupción y lo delictuoso; asimismo, lo incongruente o
contradictorio es que otro de los argumentos para vacar a Martín Vizcarra es su
incompetencia en el manejo de la pandemia Ministerio que estuvo a cargo de la
Dra. Pilar Mazetti y, sin embargo, Merino ha invitado a dicha funcionaria para
que se haga cargo nuevamente de dicha cartera invitación que ha rechazado por
lealtad a Vizcarra ¿Entonces, no decía que lo estaba haciendo mal?
La
verdad es que este golpe de estado no
tiene alternativas viables que ofrecer para un mejor gobierno que la gestión de
Vizcarra y el objetivo era sacarlo a toda costa por constituir un obstáculo
para elegir a su gusto a los miembros del Tribunal Constitucional, disponer del
presupuesto nacional a su libre albedrío y para sus intereses populistas,
blindar sin tropiezos a los congresistas cuestionados judicialmente y sacar
leyes que no sean observadas por el Poder Ejecutivo. Ni más ni menos que
ostentar un poder absoluto sin importar si es competente o no para desempeñarlo
y sin entender que el pueblo no quiere a Merino como gobernante porque no nos
representa.
Otro tema preocupante es el desempeño
del partido Alianza para el Progreso el mismo que mientras su líder Cesar Acuña
sostenía, días antes, que: “Vacar a Vizcarra sería algo irresponsable y que más
bien su partido lo va a ayudar a terminar bien” su bancada congresal hacía lo
contrario votando de manera unánime (20 votos) por la vacancia determinando con
ello que esta se concretice demostrando con ello su carencia de liderazgo
aparte de los otros errores y defectos personales que se le conoce lo cual
resulta muy riesgoso para el futuro del país en caso resulte electo Presidente
de la República. ¿Un líder que no conduce bien a su partido político podría
conducir bien los destinos del país?
LA VOZ DE LAS
ORGANIZACIONES SOCIALES
Ante esta grave crisis que vive el país, promovida
por agrupaciones políticas con intereses subalternos, más de 300 gremios e
instituciones representativas de la sociedad a nivel nacional encabezadas por
la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Comisión Diocesana de Servicio
Pastoral Social, Micaela Bastidas, Iglesia Evangélica Peruana, entre otras, vienen
exigiendo “Al Congreso de la República respetar el Estado de Derecho y
reconsiderar la votación que aprobó una vacancia inconstitucional, y que
adolece de nulidad. Asimismo, que suspenda el proceso de elección de las y los
miembros del Tribunal Constitucional por no contar con las garantías de
imparcialidad ni transparencia y se separe de las comisiones parlamentarias a
las y los congresistas que tengan sentencias judiciales firmes y/o investigaciones
por delitos de corrupción”.
Un
reclamo y exigencia de la sociedad civil que compartimos en toda su plenitud por
el derecho que tenemos los ciudadanos que amamos al Perú y detestamos que la
sagrada ocupación humana de la política sea puesta al servicio de intereses
subalternos haciendo interpretaciones antojadizas que tienen como intención satisfacer
sus intereses mezquinos y llevar al país a un escenario de incertidumbre.