Por: Dionicio Mantilla León.
¿Cansancio del chofer, falla mecánica, ambición del propietario? Qué más da, si el resultado fue el mismo: Un fatídico accidente vehicular que dio como saldo 40 personas muertas, dos desaparecidos y 5 heridos de gravedad. Un hecho luctuoso protagonizado por la Empresa de Transportes de Pasajeros Horna ocurrido la madrugada del 13 de abril de hace un año en un recodo de la carretera que une Huamachuco con Trujillo y que quedará registrado en las páginas de la historia de la negligencia del transporte interprovincial con las negras letras del dolor y la angustia de familiares y de pueblos enteros, entre ellos Huamachuco.
Personas que no se explican cómo pueden existir seres humanos insensibles que no valoran lo más precioso que tiene la Humanidad como es la vida. Un don divino y derecho humano que todos tenemos la obligación de preservar y proteger. En el recuerdo queda la empresa de Transportes Horna y sus propietarios irresponsables, también la angustia de no poder hallar los cuerpos de dos de sus seres queridos, pero también queda grabada en la memoria la mano fraterna de amigos y autoridades. Pueblos y autoridades unidos en un solo abrazo solidario disponiendo el rescate de las víctimas: El Ing. José Murgia, el Consejero Regional, Carlos Sandoval y los Alcaldes: Ing. César Acuña (Trujillo), Luis Rebaza Chávez (Huamachuco), Helí Verde (Otuzco), Juan Gabriel Alipio (Santiago de Chuco) y Wálter Diaz (Quiruvilca).
Un año ha transcurrido y el Comité de Familiares con el Gobierno y Consejo Regional de la Libertad se han unido para conmemorarlo a través de una ceremonia especial la misma que significará un NO al olvido, un No a la negligencia, un NO a la muerte, un No a la ambición de malos propietarios de medios de transportes. Una ceremonia que será la expresión sonora de un Sí a la vida, un SI a la responsabilidad, un SI a la justicia. El acto conmemorativo tendrá lugar en la mañana del 13 de Abril en el mismo lugar del accidente vehicular y consistirá en una romería y una paraliturgia con la participación en la misma de los deudos, autoridades y pobladores.
Un año ha transcurrido y el dolor y la angustia que causara la tragedia no ha terminado, más aún cuando no fueran ubicados los cuerpos de todos los siniestrados. El deseo de justicia y sanción a los responsables del accidente de parte de los deudos aún pervive. Deudos que no creen en las leguleyadas de los culpables.
El 13 de abril del 2013 es una fecha que no debe ser olvidada. Un acontecimiento que no debe repetirse jamás. Es el clamor del pueblo Y LA VOZ DEL PUEBLO ES LA VOZ DE DIOS.