Por: Dionicio Mantilla León
Cuando hablamos de desarrollo de un pueblo necesariamente tenemos que vincularlo con varios factores que lo posibilitan, entre otros con: la educación, la salud, la agricultura, la industria y la infraestructura vial. Lamentablemente la casi totalidad de estos factores no son valorados en su verdadera dimensión por nuestros gobernantes y, consecuentemente, no son atendidos como debería ser.
En el caso de nuestra región el tema no es ajeno a esta indiferencia estatal razón por la cual, a pesar de poseer ingentes recursos y bondades naturales, así como muchos pergaminos históricos, nos encontramos sumidos en el atraso, la desigualdad y, por ende, algunas de nuestras provincias o distritos ocupan los últimos lugares principalmente en educación, salud e infraestructura vial lo que trae consigo pobreza y extrema pobreza y una deprimente calidad de vida.
Una realidad fácilmente comprobable en lo referente a infraestructura vial al ser nuestra región la única del litoral peruano que carecía de una carretera transversal hacia el interior pues desde Tumbes hasta Tacna todas la poseen desde hace mucho tiempo. Todo ello por la desidia de nuestras autoridades regionales y nacionales e, incluso, por la indiferencia y falta de coraje de nosotros mismos los liberteños.
Sin embargo, esta penosa realidad quedará ya atrás pues desde el martes 25 de este mes nuestra región cuenta ya, oficialmente, con la carretera transversal andina Trujillo-Huamachuco con una longitud de 184 kilómetros y debidamente asfaltada. Un caro sueño de los liberteños. Ahora si, los huamachuquinos y de otros pueblos pueblos del ande de nuestra región podremos trasladarnos hasta Trujillo acortando tiempos y distancias. En el recuerdo quedarán los tediosos tiempos de 14 o 20 horas empleadas para los tortuosos viajes por una vía peligrosa y en la cual la vida de los pasajeros pendía de un hilo, provocando fatídicos accidentes vehiculares.
La carretera Trujillo _ Huamachuco ha sido completada, con la inauguración, por nuestro Presidente de la República, Ollanta Humala, del último tramo de 70 kilómetros una obra valorizada en 241 millones de soles, la misma que une el desvío de Otusco con Callacuyán, en las alturas de Quiruvilca. Un tramo que tuviera serios tropiezos en su ejecución ocasionando su demora e incrementando el monto de su inversión. Felizmente, todo eso quedó atrás.
Oportuno es, empero, incidir en la necesidad de ejecutar los trabajos adicionales de señalización y adecuadas labores de mantenimiento, responsabilidad a asumir por PROVIAS, dependencia del Ministerio de Transportes. Ahora, urge la necesidad de reclamar el asfaltado de las vías que unen Huamachuco con todas las capitales distritales de nuestra provincia.
Saludamos la culminación de la carretera Trujillo Huamachuco, una importante vía que beneficiará ostensiblemente a nuestros pueblos sobre todo del ande liberteño y principalmente Huamachuco. Sin embargo, la tarea vial de nuestra región aún no ha sido concluida, es necesario concretar la ejecución del asfaltado de los tramos Huamachuco_ Tayabamba y Huamachuco _ Bolívar. Vías asfaltadas que obligadamente deberán estar unidas luego con Juanjuí, en San Martín; con Celendín, en Cajamarca; Huacrachuco, en Huánuco y Sihuas, en Ancash. Sólo de esta manera podremos decir que el desarrollo económico y cultural así como la calidad de vida nuestros pueblos liberteños estarán debidamente garantizados.