Sin papa en el caldo. Oferta del tubérculo en los mercados se reduciría en 30% a nivel nacional el próximo año, pues existe un significativo déficit de siembra en la actual campaña, advierten productores de la Corporación Rural de la Papa. Menús de restaurantes reflejarían el alza en 2023.
Por Isaac Vásquez y Fabiana Sánchez
Amarilla, blanca, huamantanga, huayro. Casi no importa la variedad, el precio de la papa se ha disparado en más del doble a lo largo de este año. Prueba de ello es que, según datos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Agrario (Midagri), hay variedades que se han encarecido hasta en 230.7%.
Ese es el caso de la papa peruanita, cuyo precio mayorista por kilo en Lima Metropolitana pasó de S/1.40 a S/4.63 entre el 1 de enero y el 5 de octubre. Incrementos fuertes también se han observado en variedades populares como la papa blanca, cuyo kilo subió de S/1.08 a S/2.34 en el mismo periodo, o la huamantanga, que pasó de S/1.38 a S/3.90 (ver infografía).
La realidad es similar en los locales de venta al por menor, como puestos de mercado o bodegas, donde los precios pueden hasta casi duplicarse. Un ejemplo es la papa amarilla, que ayer se vendía entre los S/4.00 y S/7.00, e incluso llegaba a S/8.00 en establecimientos de Breña, Lince y Pueblo Libre.
A NIVEL NACIONAL
La situación observada en la capital no hace más que reflejar lo que se vive en los mercados de las regiones, donde se ha registrado un incremento de precios en distintas variedades de papa como la blanca o peruanita. Los incrementos vienen desde el campo, con la fuerte subida de la arroba (medida equivalente a 11.5 kg) y del saco de papa.
Así, en las chacras y parcelas el saco de 100 kg de papa blanca ha pasado de costar entre S/80 y S/150 a un rango de S/180 a S/250, dependiendo de la calidad. Así lo comentó a Perú21 el presidente de la Corporación Rural de la Papa, Freddy García.
CAUSAS Y CONSECUENCIAS
“La problemática agraria es caótica y tiene que ver con la promesa del gobierno de que iba a comprar fertilizantes y, al final, todo quedó en promesas y no cumplió. El que pagó los platos rotos ha sido el consumidor. Los agricultores, de alguna u otra manera, hemos tratado de sembrar, pero ya ha sido en menor cantidad. Se estima que un promedio del 30% (de productores) va a dejar de sembrar para la campaña grande de 2022-2023 por el problema de los fertilizantes”, dijo, precisando que hay zonas productoras como Ayacucho, Cerro de Pasco, Huancavelica, Huánuco o Junín se han visto afectadas.
Esta situación, explicó, conduciría a que “más o menos” la oferta de papa en los mercados sea menor en 30% durante el próximo año.(Perú 21)