domingo, 30 de octubre de 2016

Los héroes de rojo


Por: Dionicio Mantilla León

Es la madrugada del 19 de octubre y un pavoroso incendio se produce en uno de los centros de almacenamiento de medicinas del Ministerio de Salud y una fábrica de zapatos del Agustino (Lima) provocando no sólo millonarias pérdidas económicas sino la muerte de tres jóvenes bomberos voluntarios que presurosos acudieron a apagar el siniestro. Todos, miembros de la Compañía Italiana de Bomberos Voluntarios Roma 2 del cercado de Lima. La muerte, se habría producido al intentar rescatar a varias personas que se encontraban desmayadas a causa del humo en el local siniestrado.

Es así como mueren tres jóvenes bomberos y se da comienzo a las ceremonias, los elogios, los minutos de silencio y hasta el reconocimiento póstumo. Pasados los días se da paso nuevamente a la rutina y al olvido. Así es la idiosincrasia de nuestra sociedad peruana que sólo parece despertar al ocurrir una hecatombe, algo superlativo algo que tenga eco mediático y, si es con violencia y muertes, mejor.

Pero allí están los héroes de rojo que ya conocen la manera de actuar de la sociedad y sus autoridades. Aun así, allí están ellos, listos para servir, para acudir voluntariosamente allí donde más los necesitan: apagar incendios, rescatar heridos o muertos. Allí están ellos, donde se produce un desastre natural o provocado por el hombre premunidos de su fuerza solidaria y humanista de auténtico amor al prójimo.

Nuestro país es uno de las pocos del mundo que cuenta con este tipo de instituciones benéficas en donde se labora gratuitamente pues en otros países se recibe una remuneración y muchos beneficios laborales, y , está debidamente protegida por leyes y normas que facilitan el desarrollo de su labor de protección a la sociedad algo que no ocurre lamentablemente en el Perú. Sin sueldo, sin seguro de vida, sin seguro de salud, con locales inadecuados, sin equipamiento, los héroes de rojo que son capaces de inmolarse por nosotros, que son capaces de dejar a su familia, trabajo y distracciones por acudir prestos a servir a quien los necesita.

Empero, estos héroes civiles para continuar en su incomprendida misión tienen que acudir a las autoridades para que se acuerden de ellos y al no ser escuchados se ven obligados a salir a las calles en actitud mendicante en pos de un óbolo de la ciudadanía. Óbolo que será invertido no en el pago de su remuneración ni en tomar una gaseosa sino en el equipamiento de su noble labor. Labor que muchos se niegan a valorar llegando incluso a cerrarles las puertas de un hospital negándoles atención médica cuando alguno de ellos cae mal herido.

Felizmente en nuestro país envuelto como está en el reinado de la corrupción, la delincuencia y el crimen organizado aún existe algo bueno. Aún existen seres humanos revestidos de amor al prójimo como misteriosa excepción al lado oscuro de la sociedad cubierto de sicarios y extorsionadores para quienes, como Judas, la vida sólo vale unas cuantas malditas monedas. Los bomberos voluntarios emergen como la antítesis de la maldad humana y merecen nuestro absoluto respeto y gratitud.

El lado bueno existe. Héroes en potencia existen en muchos pueblos, entre ellos nuestro querido Huamachuco en donde dentro de poco se habrá de hacer realidad una compañía de bomberos. Una obra que debería haberse hecho muchos años atrás y por el que hemos batallado desde hace varios años a través de este medio radial, (17 septiembre 2011, 28 de abril del 2013, etc) más la incomprensión de algunas autoridades municipales anteriores lo impidieron sosteniendo que “ese tipo de obras pueden esperar”.

Qué bien que hoy se haga realidad. Saludamos y felicitamos a quienes han dado el primer paso, y la buena voluntad del bombero voluntario huamachuquino Orlando Calderón Araujo, quien, nos consta, reiteradamente a ofrecido sus buenos oficios para la creación de esta institución benéfica en Huamachuco. Saludamos la predisposición del Alcalde de la Municipalidad Provincial de Sánchez Carrión Alcalde Arturo Rebaza López para la concreción de esta obra proporcionando el terreno para el cuartel General.

Cuando una tarea se inicia siempre tiene tropiezos y el Comité de Creación lo va a tener, más el amor por Huamachuco va a brindar la fortaleza necesaria; empero, la misión no sólo es de las autoridades, lo es de toda la comunidad, principalmente de los empresarios que no dudamos se habrán de hacer presente con su aporte económico para cubrir las necesidades de esta flamante obra benéfica. Confiamos que en esta tierra los jóvenes que nos escuchan también poseen corazones que palpitan al unísono con el amor y solidaridad humana y se habrán en enrolar prestos en el primer contingente de bomberos voluntarios de Huamachuco.