En la eternidad. Raúl Lee Sánchez conoció a su esposa, también bombero, en la compañía Roma N° 2. Alonso Salas realizó 12 cursos de capacitación. Eduardo Jiménez estaba cerca de convertirse en padre. Ellos recibieron ayer un sentido homenaje de distintas autoridades políticas, religiosas y civiles. Hoy serán ascendidos al grado inmediato. El país les agradece su admirable gesta.
Escribe:Óscar Chumpitaz
“El bombero voluntario es un apasionado, realmente un héroe anónimo, se desvive por ayudar al prójimo y a su comunidad desinteresadamente ante un siniestro”, susurra en medio del dolor Jacky de la Cruz. Conmovida, la esposa del seccionario Raúl Lee Sánchez Torres no para de llorar. El desgarro la atraviesa sin encontrar consuelo.
Jacky también pertenece al Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú y hace dos años conoció a Raúl en la misma Compañía Roma N° 2.
“Se amaban como no tienen idea”, dice el comandante Raúl Koba, mientras intenta acercarle algo de aliento. Pero el llanto aflora una y otra vez en la afligida mujer.
La escena se repite con los deudos, amigos y compañeros de Alonso Salas Chanduví y Eduardo Jiménez Soriano, los otros dos bomberos fallecidos en el incendio que destruyó una fábrica de calzados y un almacén del Ministerio de Salud, en El Agustino.
Esposos Raúl y Jacky
“Seguramente Dios los abrigará en el cielo por amar al prójimo más que a ellos mismos”, nos dice Jacky, asistida por un familiar. Ella es licenciada en enfermería y experta en emergencias y desastres.
“Desde que nos casamos, en mayo del 2015, teníamos muchos sueños y proyectos. Él vivía ilusionado con el trabajo que realizaba en la empresa de venta de maquinarias de refrigeración”, agrega, vencida por la emoción.
Cerca de ella, Alicia Rosa Torres, madre de Raúl, delata su corazón destrozado. Con el rostro en lágrimas, suspira y pide una pensión para su nieta de apenas 6 años de edad que queda en la orfandad.
Explica, con sinceridad, que la pequeña vive en Tacna. “Es justo que reciba un apoyo económico hasta que cumpla 18 años y pueda valerse por sí misma”, dice a La República.
Doña Alicia cuenta que su hijo tenía vocación de servicio por herencia, pues su abuelo también perteneció al Cuerpo de Bomberos en Cerro de Pasco. Raúl Sánchez nació el 7 de abril de 1981 en el distrito de Yauli, La Oroya.
Ingresó el 29 de setiembre del 2014 a la Compañía de Bomberos Roma N° 2.
A ellas, a la madre y esposa de Raúl Sánchez, les dijo el presidente Pedro Pablo Kuczynski: “Hay un silencio que nos agobia. Solo con la fuerza que nos da Dios podremos seguir con nuestra rutina. A ellos, héroes con nombre y apellido, pero que jamás quieren que se los nombre, mi sentido homenaje”.
Salas realizó 12 cursos
Un rosario, unas botas, una foto y un pantalón estructural. Esos son los objetos de Alonso Salas Chanduví, que permanecen en su gaveta. “No solo es que vamos y ayudamos sino es el hecho de que aprendemos junto con ellos, aprendemos y crecemos junto con ellos”, dijo Alonso Salas en un video.
Desde muy joven tenía la idea de ser bombero. Su vocación por ayudar a los demás era evidente.
En su cuenta de Facebook, Alonso transcribió una carta que le dedicó su madre en una hoja de papel, junto a un carrito de bomberos y su casco.
“Querido hijo, es un privilegio que te otorga la vida el descubrir a temprana edad lo que te gusta, te hace feliz y para lo que eres bueno. No dejes cada uno de tus días de aprender más, ponerlo en práctica y entregar lo mejor de ti, porque la gente olvidará lo que dijiste, lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo los hiciste sentir. Para mí, eres el mejor. Te ama. Mamá”.
Alonso ingresó como seccionario a la Compañía Roma N°2 el 4 de noviembre del 2010. El 4 de diciembre del 2013 fue ascendido al grado de subteniente del Cuerpo General. Se desempeñó como segundo jefe de sección de servicios y este año ocupaba el cargo de segundo oficial de sección de operaciones.
A lo largo de su carrera como bombero realizó 12 cursos y talleres de capacitación como administración para compañías de bomberos, supervivencia en incendios, rescate vehicular, descarcelación vehicular, cuerdas para rescate, así como cursos para instructores, respuestas a incidentes con materiales peligrosos y soporte básico de vida. Tenía un gran futuro por delante.
“Dios quiso un instructor en el cielo y se llevó al mejor”, dijo, conmovido, el comandante Eduardo Vidal de Lamas, durante el velatorio de los restos.
Eduardo iba a ser padre
“¿Se han preguntado qué sienten al ver que los niños los miran como héroes y se emocionan cuando los abrazan y con vocecitas dulces les dicen… ¡Tío bombero, gracias por ser bombero!?”, se pregunta Martha Soriano, madre de Eduardo Jiménez Soriano, el tercer bombero fallecido en El Agustino.
“Muchas veces vi en su rostro el miedo, pero a medida que pasaban los años ese miedo se transformaba en seguridad”, recuerda, con su conmovedor dolor de madre.
Eduardo Jiménez era maquinista y pronto se iba a convertir en padre de familia.
“Jiménez era piloto rentado en la compañía, pero cuando terminaba su horario se quedaba cubriendo el servicio en nuestra casa”, resaltó el comandante Vidal.
El 31 de octubre del 2013 ingresó como bombero alumno y el 29 de setiembre del 2014 fue ascendido a seccionario. Había realizado seis cursos de capacitación.
Hoy los sepultan
Los restos de los tres héroes del cuerpo de bomberos recibirán hoy cristiana sepultura en el cementerio Campo Fe de Huachipa. Previamente recibirán un homenaje póstumo en la Municipalidad de Lima y se ofrecerá una misa de cuerpo presente en la Catedral.
Señores bomberos, que dejaron su vida por salvar vidas, que en paz descansen.
Datos
Despedida. Congresistas, alcaldes, oficiales de institutos armados, autoridades religiosas y cientos de limeños acudieron a la compañía Roma N° 2 para despedir a los héroes bomberiles.
Pedido. “No se olviden nunca de los bomberos”, reclamó Rafael Calvo, ex director general del CGBVP.
Recuerdo. Manuel Suárez Pinzas fue el primer bombero de la compañía Roma que murió en un incendio hace 42 años.(la república)