Carrusel de intereses. Propietarios o representantes a los que personalmente Carlos Moreno Chacón adjudicó contratos o a los que favoreció con su intermediación ante el nosocomio u otras entidades públicas del sector Salud, lo visitaban en su despacho de asesor presidencial en Palacio de Gobierno.
Escribe:
Ángel Páez ,
Martín Calderón y
Melissa Goytizolo
Durante su permanencia como asesor presidencial en temas de Salud, el doctor Carlos Moreno Chacón recibía en su despacho de Palacio de Gobierno a representantes de empresas proveedoras, como ha quedado acreditado en el registro de visitas de la sede del Ejecutivo en la Plaza de Armas. Una investigación de La República ha comprobado que durante la gestión de Moreno como jefe de la Unidad de Gastroenterología del Hospital Arzobispo Loayza, contrató a varias de las compañías con cuyos propietarios o gerentes se reunió en su oficina ubicada en el segundo piso de la Casa de Pizarro.
La revisión de los archivos digitales del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) indica que entre 2011 y 2015 Carlos Moreno presidió personalmente los comités de adquisiciones de la Unidad de Gastroenterología en 12 ocasiones y que adjudicó compras hasta por 13.7 millones de soles (ver recuadro).
Lo llamativo es que en numerosas ocasiones los proveedores que resultaban ganadores de la buena pro casi siempre eran los mismos en procesos en los que no tenían competidores. Moreno invitaba a participar solamente a estas compañías que luego ganaban los millonarios contratos, confirmaron cinco fuentes del Hospital Loayza relacionadas con el caso.
Y lo más sorprendente es que algunos de los representantes de estas empresas, que visitaban con frecuencia al doctor Carlos Moreno en el Hospital Loayza, también mantuvieron contactos con este en su oficina de Palacio de Gobierno.
Cuando la Unidad de Gastroenterología convocaba a procesos de compra, Moreno solo avisaba a las empresas con las que estaba familiarizado, lo que explica por qué ganaban las adjudicaciones de millones de soles.
La mano del amo
En 2013, un comité de adquisiciones de la Unidad de Gastroenterología que presidió Carlos Moreno otorgó la buena pro a la empresa Cardio Perfusión por 1 millón 38 mil 400 soles.
Otro comité, igualmente encabezado por Moreno, contrató a la misma empresa en 2015 por 1 millón 388 mil 950 soles, según los documentos obtenidos por La República. La proveedora presentaba su oferta y Moreno las admitía y aprobaba sin mayor trámite.
Como informó este periódico, por gestión de Moreno en junio de este año el Seguro Integral de Salud (SIS) otorgó 15 millones de soles a la Unidad de Gastroenterología del Hospital Loayza –a cargo del mismo Carlos Moreno–, para comprar equipos y accesorios.
El ex asesor presidencial montó el proceso de adjudicación para que empresas proveedoras allegadas ganaran las adjudicaciones sin licitación, algo que la OSCE observó en su momento debido a denuncias formuladas por empresas afectadas por el esquema de favoritismo de Moreno.
Como parte del proceso de adquisición financiado con los 15 millones de soles que otorgó el SIS, la compañía Cardio Perfusión presentó sus ofertas y ganó adjudicaciones por 2 millones 85 mil soles, el siete de setiembre de este año.
Pocos días después, el 12 de setiembre, el representante de Cardio Perfusión, José Estremadoyro Ramírez, visitaba a Carlos Moreno en Palacio de Gobierno.
Las evidencias indican que Moreno no se limitaba a interferir en las millonarias contrataciones del Hospital Loayza. Su radio de acción era mucho más amplio.
Como se recordará, en las grabaciones de las conversaciones de Moreno con el gerente general de la Clínica de Osteoporosis –audios que generaron la primera crisis del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski–, el médico gastroenterólogo presumía de haber designado como presidente de EsSalud a Gabriel Del Castillo.
Abrazo de oso
“Estoy tomando EsSalud, estoy poniendo al presidente de EsSalud. Entonces, tú en los negocios que hagas con EsSalud, todo se pone plano”, dice Moreno a su interlocutor en los audios. El interlocutor era Miguel Sifuentes Melgarejo, gerente de la Clínica de Osteoporosis, de propiedad de Aldo Peirano Castillo, dueño y representante de compañías proveedoras como Perulab y el Instituto Quimioterapéutico que facturan millones de soles al Estado.
Por cierto, Aldo Peirano –quien se negó a responder preguntas de este diario–, también se reunió con Carlos Moreno como asesor presidencial. Solo para citar un ejemplo, el Instituto Quimioterapéutico, entre el 18 de agosto y el 16 de setiembre de este año, en menos de un mes coincidentemente ganó contrataciones con entidades estatales de salud por 11.4 millones de soles.
Por su parte, el presidente de EsSalud, Gabriel Del Castillo, nombrado por el presidente Kuczynski el primero de setiembre, negó tajantemente que Moreno hubiera tenido que ver en su designación.
Sin embargo, una semana después de asumir el cargo Gabriel Del Castillo, EsSalud adjudicó a Cardio Perfusión un contrato por 2 millones 167 mil 37 soles, el siete de setiembre, de acuerdo con los registros del OSCE.
Cinco días después, el representante de Cardio Perfusión, José Estremadoyro, tuvo un encuentro reservado con Carlos Moreno en Palacio de Gobierno, según el registro de la sede del Ejecutivo.
La norma en el Estado es que ningún funcionario debe mantener reuniones con proveedores para garantizar la transparencia de las contrataciones. A Moreno no le importaba. Siendo asesor presidencial atendía en su oficina de Palacio de Gobierno a personas directamente vinculadas a los proveedores del sector Salud a las que luego apadrinaba exitosamente.
Como ha informado La República, OSCE llamó la atención al director del Hospital Loayza, Luis García Bernal, por las adquisiciones direccionadas para beneficiar sin licitación a empresas relacionadas con Moreno.
El viernes, el gobierno tuvo que destituir a García por su implicación con las contrataciones que auspiciaba, direccionaba o “bendecía” Carlos Moreno, conocido por los proveedores como “el rey Midas de las contrataciones” del sector Salud.(la república)