domingo, 19 de abril de 2015

Moral y moraleja política

Por: César Lévano

Circula en las redes electrónicas una carta de Héctor Bejar que encierra verdades históricas sobre la izquierda peruana pero también sobre su presente, con una propuesta tajante sobre sus deberes de hoy.

Antes de glosar puntos esenciales de ese texto, con los cuales coincido, creo necesarias algunas reflexiones personales. En nuestro país ha surgido una Coordinadora de izquierda y progresistas, que se ha apresurado a aparecer sin haber agotado esfuerzos unitarios. La táctica de madrugar respecto a los demás es una treta típica de maquiavelos de bolsillo.

Otro aspecto criticable de esa Coordinadora podría pintarse con esta frase: No están todos los que son, ni son todos los que están. ¿Cómo justificar el papel descollante ─de presidenciable según Salomón Lerner Ghitis─ de Yehude Simon?

Es nadie menos que el premier de Alan García, que presidió el baguazo. Antes fue director de Cambio, semanario de fanático extremismo guerrillerista, y congresista de PPK y después de Alejandro Toledo.

Hay quienes desvían la atención fingiendo que quienes criticamos esa presencia estamos personalizando el debate. Olvidan que la moral es un principio inconmovible que la izquierda peruana aprendió con José Carlos Mariátegui y César Vallejo.

El otro lado de la cuestión es que ese personaje no atrae votos, sino que los aleja.

Parece ser que la inclusión de Simon obedece a que su partido, el Humanista, tiene inscripción electoral. Si esto es decisivo, ¿por qué no aliarse con Tierra y Libertad, el partido de Marco Arana, Verónika Mendoza, Marisa Glave y Pedro Franke y con fuerza de masas en algunas regiones del país?

Felizmente, dicho partido está empeñado en unirse con organizaciones sociales y con partidos, que, como ha expresado Marco Arana, “no renuncien a principios fundamentales para sustituirlos con decisiones pragmáticas y oportunistas”.

Reproduzco enseguida fragmentos de la carta de Béjar:

“La revolución debe empezar en nosotros. Si no somos ejemplo, no somos nada.

“Si realmente queremos algo positivo propongo lo siguiente:

“Que cada partido anuncie un cronograma de renovación de cargos directivos en el corto plazo prohibiendo la reelección de dirigentes.

“Que todos los partidos y grupos convoquen a una inscripción ordenada y general de los hombres y mujeres que se autodefinen de izquierda.

“Que haya en todo el país elecciones democráticas y primarias para la nominación de candidatos a los procesos electorales que se avecinan, incluido el presidencial.

“Que el Frente Amplio de Izquierda publique el cronograma de inscripción y de organización hacia las elecciones primarias." (diario uno)