Lea la columna del editor general del diario Correo La Libertad
La Libertad.- Una blanca y vieja conexión une al Apra con el narcotráfico. Y desde los tiempos del mismísimo Haya de la Torre.
En esos tiempos era Carlos Lamberg, presentado en sociedad para el Perú entero por Gustavo Gorriti a través de la revista Caretas, a inicios de los ochenta. Lamberg fue, en opinión de algunos, el primer “Tony Montana” que tuvimos en el Perú, sindicado dueño del hasta entonces mayor cargamento de pasta básica de cocaína incautado. Este personaje, que luego purgó prisión, era muy cercano amigo de dos de los mayores representantes del aprismo: Fernando León de Vivero y Jorge Idiáquez (incondicional de Haya de la Torre). Y encima, este Lamberg fue financista de la campaña de Armando Villanueva del Campo, para mayores detalles.
Pero la historia de personajes vinculados al negocio de los estupefacientes, de billetes negros que se blanquean y presumen de tener estrella, ha continuado con los años sucesivos. Ahí está el caso de los siempre investigados Sánchez Paredes, el clan liberteño que tuvo a Miriam Pilco como alfil, de acuerdo a una investigación del fenecido Javier Diez Canseco.
Hablé alguna vez con Diez Canseco, años atrás, y me concedió detalles de esas investigaciones que además apuntaban con sospechas blancas a exdiputados apristas y hoy aún poderosos miembros del Apra en La Libertad. Existía una declaración explosiva incluso de un miembro del clan, lamentablemente desaparecida tiempo después.
Y no paramos de contar. Ahí está ese documento notarial de los Sánchez Paredes que ponía a Elías Rodríguez, el actual congresista liberteño, ante el escrutinio nacional por la compra de unos muebles para su oficina. También la camioneta del mismo Alan García vendida al clan liberteño.
Hace poco fueron los narcoindultos, con Facundo Chinguel preso, abrazado por Alan García (“es un hombre probo”, dijo el exmandatario). El caso Oropeza, con todas sus vinculaciones al Apra y al último gobierno de García, con los millones en contrataciones con el Estado.
Yo no sé si a alguien con un poquito -solo un poquito nomás- de inteligencia le queda alguna duda.(correo)