Arana: Yehude no puede pretender ser de izquierda
Wilson Aranda
Trujillo
La izquierda peruana sigue barajando las posibilidades reales de encontrar a un candidato de consenso para afrontar las elecciones generales del 2016. Los diferentes grupos que la conforman hacen difícil, pero no imposible esta tarea.
Justamente Marco Arana, líder del Movimiento Tierra y Libertad, integrante del Frente Amplio, señaló la necesidad de que la izquierda tenga su propio postulante para evitar traiciones tras haber endosado sus votos.
“Cuando se quiso derrotar a Alberto Fujimori, en vez de tener una candidatura propia se optó por el outsider. Alejandro Toledo era un perfecto desconocido que se montó sobre la ola de los Cuatro Suyos organizada por los frentes regionales y apoyada por los partidos de izquierda. Sin embargo Toledo continuó la política neoliberal de Fujimori”, refirió.
Recordó igualmente que Ollanta Humala era otro desconocido, pero frente al temor de que fuera presidente Alan García o Keiko Fujimori, la izquierda otra vez renunció a una perspectiva propia y lo apoyó.
“Lo que hemos tenido con Ollanta no es una gran transformación, sino una gran traición. Ya hemos aprendido la lección con Toledo y Humala, por eso la izquierda debe tener su candidato propio”, reiteró.
Marco Arana aseveró que Yehude Simon, líder del Partido Humanista Peruano (PHP), no puede pretender ser de izquierda al haber estado con Alan García como premier. “El APRA ya no es el partido de Haya de la Torre, sino una mafia de lobistas y corruptos”, aseveró.
Por su parte, el coordinador del PHP en La Libertad, Víctor Esquivel Rodríguez, aseveró que las agrupaciones de izquierda vienen coordinando para un candidato de consenso. “En Lima se viene trabajando este tema con mucha responsabilidad, se reúnen los partidos, frentes y sindicatos para ver quiénes serán las personas indicadas para asumir la responsabilidad de ser una alternativa verdaderamente del pueblo”, comentó.
Respecto a la opinión de Marco Arana sobre Yehude Simon, Esquivel aclaró que respeta las palabras del ex sacerdote, pero no las comparte.(la república)