Por: Luis Peña Rebaza
Lic.en Educación
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luisprebaza1@hotmail.com
Una casi unánime y frontal oposición del gobierno y ciudadanía, generó en recientes días las declaraciones del narco terrorista Artemio, en las que solicitaba una tregua al gobierno. Ante esta esperada y lógica negativa, anteayer las balas, la sangre y la muerte volvieron a hablar por él. Un nuevo ataque senderista en el Vrae causó la muerte de un soldado y dejó cinco heridos. En tal sentido, creo que es urgente efectivizar una estrategia integral, que en el corto plazo permita de una vez por todas extirpar este foco insurgente que cada cierto tiempo siembra la muerte y enluta hogares. A grandes males grandes remedios. Soy un convencido que dicha acción debe darse en tres frentes: El desarrollo socioeconómico de la zona, una esclarecedora acción política y una decidida ofensiva militar.
En el primer aspecto es necesario mencionar algunos indicadores que reflejen dicha realidad. Una mortalidad infantil de 45 por cada mil niños nacidos vivos, desnutrición infantil de 22.9%, apenas un 39.2% de hogares con electricidad., una tasa de escolaridad de 87.5% y apenas el 5% de población de la zona con acceso al crédito bancario., a esto debemos agregar la falta de adecuadas vías de comunicación y de infraestructura básica, entre otras carencias. La actividad económica más rentable para los pobladores es la siembra de la hoja de coca, donde antes se cultivaba el cacao y el café, pues obviamente el narcotráfico paga mucho más por la producción de la ancestral hoja. ¿Acaso es tan difícil plantear un agresivo programa de abordaje de las condiciones socioeconómicas de la zona, y así acabar con el caldo de cultivo que genera naturales resentimientos?
En el segundo aspecto hay que clarificar en todos los ámbitos, especialmente en los sectores jóvenes muy proclives a un discurso demagógico, rebelde y contestatario, que la violencia otrora considerada la partera de la historia, así la proclamaba en el Manifiesto Comunista el viejo Marx, hoy en día a la luz de los hechos se ha convertido en la tétrica y despreciable sepulturera, y asimismo que el poder no nace del fusil, lema de Mao que nuestros comunistas criollos copiaron al pie de la letra, sino el poder nace de la voluntad popular expresada en las urnas y en un proceso democrático. Pero una democracia concebida como un sistema de gobierno que debe demostrar que no es simple retorica y convocatoria a elecciones cada cuatro o cinco años, sino que su accionar se traduce en una sustancial mejorar de las condiciones de vida de los sectores más excluidos, para que así los peruanos no continuemos viviendo segmentados en ciudadanos de primera, segunda o tercera categoría.
De manera simultánea debe emprenderse un trabajo de inteligencia, la mejor defensa es el ataque, una decidida ofensiva militar contra esos minúsculos pero efectivos reductos, que ocasionalmente hacen un desesperado acto de presencia a través de un atentado o emboscada. Sujetos dominados por el dogmatismo, y que de antemano saben, he ahí el pedido de tregua, que no tienen absolutamente ninguna posibilidad de triunfo.
Una casi unánime y frontal oposición del gobierno y ciudadanía, generó en recientes días las declaraciones del narco terrorista Artemio, en las que solicitaba una tregua al gobierno. Ante esta esperada y lógica negativa, anteayer las balas, la sangre y la muerte volvieron a hablar por él. Un nuevo ataque senderista en el Vrae causó la muerte de un soldado y dejó cinco heridos. En tal sentido, creo que es urgente efectivizar una estrategia integral, que en el corto plazo permita de una vez por todas extirpar este foco insurgente que cada cierto tiempo siembra la muerte y enluta hogares. A grandes males grandes remedios. Soy un convencido que dicha acción debe darse en tres frentes: El desarrollo socioeconómico de la zona, una esclarecedora acción política y una decidida ofensiva militar.
En el primer aspecto es necesario mencionar algunos indicadores que reflejen dicha realidad. Una mortalidad infantil de 45 por cada mil niños nacidos vivos, desnutrición infantil de 22.9%, apenas un 39.2% de hogares con electricidad., una tasa de escolaridad de 87.5% y apenas el 5% de población de la zona con acceso al crédito bancario., a esto debemos agregar la falta de adecuadas vías de comunicación y de infraestructura básica, entre otras carencias. La actividad económica más rentable para los pobladores es la siembra de la hoja de coca, donde antes se cultivaba el cacao y el café, pues obviamente el narcotráfico paga mucho más por la producción de la ancestral hoja. ¿Acaso es tan difícil plantear un agresivo programa de abordaje de las condiciones socioeconómicas de la zona, y así acabar con el caldo de cultivo que genera naturales resentimientos?
En el segundo aspecto hay que clarificar en todos los ámbitos, especialmente en los sectores jóvenes muy proclives a un discurso demagógico, rebelde y contestatario, que la violencia otrora considerada la partera de la historia, así la proclamaba en el Manifiesto Comunista el viejo Marx, hoy en día a la luz de los hechos se ha convertido en la tétrica y despreciable sepulturera, y asimismo que el poder no nace del fusil, lema de Mao que nuestros comunistas criollos copiaron al pie de la letra, sino el poder nace de la voluntad popular expresada en las urnas y en un proceso democrático. Pero una democracia concebida como un sistema de gobierno que debe demostrar que no es simple retorica y convocatoria a elecciones cada cuatro o cinco años, sino que su accionar se traduce en una sustancial mejorar de las condiciones de vida de los sectores más excluidos, para que así los peruanos no continuemos viviendo segmentados en ciudadanos de primera, segunda o tercera categoría.
De manera simultánea debe emprenderse un trabajo de inteligencia, la mejor defensa es el ataque, una decidida ofensiva militar contra esos minúsculos pero efectivos reductos, que ocasionalmente hacen un desesperado acto de presencia a través de un atentado o emboscada. Sujetos dominados por el dogmatismo, y que de antemano saben, he ahí el pedido de tregua, que no tienen absolutamente ninguna posibilidad de triunfo.