" AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACIÓN DE NUESTRA INDEPENDENCIA, Y DE LA CONMEMORACIÓN DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNÍN Y AYACUCHO "

viernes, 23 de diciembre de 2011

LOS MUERTOS DEL CAMPEÓN: EL AURICH QUE SE FUE AL CIELO


Así era el mundo hace 58 años: se vivía con la misma intensidad solamente que en blanco y negro. La vida y la muerte se entrecruzaban con la misma crudeza que ahora, aunque cueste admitirlo.

Iniciamos acá una cobertura especial sobre un hecho que conmocionó al país en julio de 1953.
Aludimos al sacrificio de todo un equipo de fútbol arrastrado por el ramalazo de la tragedia. Hablamos del Juan Aurich o, si usted prefiere el Auriche, con acento en la i, con clara entonación de la e final. Así se hablaba antes, así se habla ahora.

Esta es la historia del Aurich campeón. La historia de un equipo firmemente afirmado en la tradición moche, un equipo capaz de sobrevivir a un sacrificio masivo y coronarlo décadas después con un brillante título nacional.

El match del siglo

Estremece, en el recuerdo, encontrar el contenido de un cartel que anunciaba para un inolvidable domingo 5 de julio de 1953 el match del siglo. Sí. Letra por letra. Match del siglo entre el Ramblar y el Juan Aurich, el cuadro amateur que mejor paga. Esto último, también letra por letra.

Es que el Aurich se había reforzado como nunca. Y hasta tenía como técnico a un internacional retirado de la talla de Alejandro “el Patrullero” González. El cuadro escarlata había fichado cracks de Universitario, Municipal o Alianza Lima y reunía además, lo mejor del talento norteño.

Vuelva a ver la ilustración, amable lector. Así eran las cosas. En el Perú gobernaba Manuel Odría. En el mundo, Winston Churchill (el último león británico) no soltaba el puro, ni el poder, ni el whisky. Luis Abanto Morales volvía luego de años desde Buenos Aires con look gardeliano y con esposa argentina. Y el Aurich en el Mansiche, dispuesto a ganar el partido del siglo en Trujillo.

Vuelva a ver, amable lector. De entre el amasijo de cuerpos, fierros retorcidos y dolor esparcido -- destino final de este sacrificado Juan Aurich—alguien extrajo un rollo de película que, al ser revelado días después de la tragedia, ofreció las últimas imágenes de los finados ilustres.

El del medio es el Patrullero González dando las indicaciones previas al match del siglo. Lleno de mando, de vida. El escarlata de la izquierda es el joven Tello, alto valor, y el de la derecha, el que se toma el muslo, es el íntimo Tardío. El del medio es José Castañeda, de reconocida trayectoria, que venía del entonces poderoso América de Cali.

A ellos y a sus compañeros les quedaban pocas horas para ganar un partido a punto de iniciarse, festejar de manera ruidosa el triunfo de tres goles a uno con un chifazo norteño y embarcarse en un bus que sería embestido por un tren en el cruce de la muerte. (Continuará)

Por: Efraín Trelles(RPP)