Por: Dionicio Mantilla León
¡Alerta! La Democracia en nuestro país
se encuentra en peligro. Voces alarmistas ligadas con la corrupción se
encuentran azuzando de manera constante y sistemática para que se produzca un
golpe de Estado militar en el Perú con el propósito de ahondar el caos y la
anarquía para luego, de esta manera, tomar el control del Estado para sus
apetitos personales y de grupo sin tomar en cuenta, egoístamente, que con ello,
se agudiza la crisis que hoy nos agobia. El motivo esgrimido es el presunto
fraude que según los golpistas se habría producido en las recientes elecciones
presidenciales en perjuicio de la candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori,
acusada hoy de lavado de activos por el Fiscal José Domingo Pérez quien viene solicitando
para ella prisión por 30 años y 10 meses.
Un atentado contra la Democracia que
merece el repudio de todos los peruanos que amamos la verdadera Democracia y no
aquella que han prostituido y manoseado quienes estuvieron vinculados con la
dictadura que se apoderó de nuestro país durante 11 años en 1992. Personajes
que se auto proclaman como los heraldos de la Democracia y combatientes de los
fantasmas del comunismo, absurdos y tonterías que muy pocos creen y que no es
posible en nuestro país ni existen en América Latina pues lo existen son sólo 3 países con dictaduras de izquierda.
Como es de público conocimiento el
proceso electoral en si ha concluido ya hace varios días resultando como
ganador el ciudadano Pedro Castillo con una diferencia de más de 44 mil votos
sobre su contrincante, Keiko Fujimori; sin embargo, esta candidata arguyendo la
comisión de un presunto fraude solicitó al JNE la eliminación de más de 800
actas en donde obtuvo el triunfo Pedro Castillo ingresando en mesa de partes de la entidad electoral en el plazo de
ley que venció de acuerdo a la norma de ley el miércoles a las 8 p.m. sólo 175
actas para ser revisadas. Empero, valido de argucias legales y con el apoyo
incondicional de abogados VIP y el ex Presidente del Tribunal Constitucional,
Oscar Urviola y la eterna candidata presidencial, Lourdes Flores, la candidata
Keiko Fujimori exige la revisión de las actas no ingresadas en el plazo fijado
por la ley.
El argumento esgrimido como indicador
para solicitar la eliminación de las actas aludidas son las supuestas firmas
falsas de algunos miembros de las mesas electorales lo cual, luego de la
revisión de las primeras actas, el JNE ha determinado que de ser cierto esto no
constituiría causal de eliminación, ni de fraude, pero si de un posible delito
puntual a ser investigado por la Fiscalía. La máxima entidad electoral ha dejado
constancia que, de acuerdo a ley, el voto es un derecho inherente al ciudadano
y debe ser respetado y no porque exista una eventual firma falsificada de algún
miembro de mesa se va a eliminar toda el acta de sufragio invalidando así la
voluntad popular de los ciudadanos que votaron en dicha mesa.
Como este intento no tuvo resultado
entonces el fujimorismo a través de Javier Villa Stein, ex Presidente del Poder
Judicial, ha pedido la anulación de todo el proceso electoral de la segunda
vuelta sin tener ningún sustento legal, también han presentado un recurso
pidiendo una auditoría informática de las actas, la entrega del registro de electores
por parte de la REINIEC y como si esto no fuera suficiente viene solicitando
una auditoría internacional de todo el proceso electoral y según como así lo
informan risueñamente muchos expertos electorales sólo falta que el fujimorismo
pida los certificados de bautizo, vacunación contra la pandemia del Covid 19 y
hasta certificados de estudios. Y como para cereza del pastel el Dr. Luis Arce
Córdova miembro del JNE renunció al cargo para sabotear la tarea de revisión de
las actas. Empero, la intentona de este funcionario involucrado en el caso de Los
cuellos blancos del Puerto no le funcionó porque la Fiscal de la Nación,
Zoraida Avalos, ya nombró al reemplazante: el Dr. Víctor Rodríguez Monteza.
De acuerdo al plan del fujimorismo,
todas estas acciones tienen por objetivo dilatar el proceso electoral para
llegar al 28 de julio sin proclamación del nuevo Presidente para pedir así nuevas
elecciones que convocaría el Presidente del Congreso o el caudillo del golpe de
estado militar que se viene promoviendo y si no resultara favorable para su
candidata volver a repetir todo el tinglado hasta lograr la elección de su
candidata preferida. Acciones que los demócratas repudiamos.
Según instituciones de prestigio como
la Asociación Civil Transparencia, IPSOS Apoyo Y Defensoría del Pueblo las
elecciones han sido transparentes y no hay indicios de fraude. Punto de vista compartido
plenamente por organismos internacionales como la OEA, la Unión Europea y hasta,
el mismo Concejo de Estado de los EE.UU. que lo considera como un modelo
democrático. Criterio que no es compartido por el amigo de Keiko Fujimori, el
siniestro personaje Vladimiro Montesinos quien sigue actuando desde el penal
intentando coimear con un millón de dólares a cada uno de los integrantes del
JNE a través de un viejo amigo de la familia de Alberto Fujimori para que gane
Keiko Fujimori sino, como él lo dice, “La chica se va a la cárcel.”.
Urge que el JNE concluya la tarea que
le son inherentes confiadas de acuerdo a la Ley Orgánica de Elecciones, la Carta
Magna y la Patria cumpliendo con la revisión de las 175 actas que se le ha
alcanzado lo cual no hará variar en nada los resultados ya obtenidos para de
esta manera proceda con coraje y decisión a proclamar al nuevo Presidente del
Perú.