Por: Dionicio Mantilla León
Los hombres y
mujeres que con su vida y obra han construido la historia de Trujillo se ha
escrito poco. De ellos, algunos historiadores han tomado la verdad como
sustento de sus relatos y, otros, sólo las conjeturas y los rumores. Los
primeros, para colocarlos en el altar del reconocimiento y la gratitud y, los
segundos, para ubicarlos en el hoyo de la duda y hasta de la condena. Sin
embargo, existe un personaje en el que convergen las dos situaciones. Su nombre:
José Bernardo de Tagle y Portocarrero, comúnmente conocido como el
Marqués de Torre Tagle.
Nacido
en Lima, el 21 de marzo de 1779, en el seno de una familia de la nobleza hispana
de la cual heredó el titulo de Marqués estudió en el Convictorio de San Carlos
y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; se inclinó por la carrera
militar y se nutrió del pensamiento liberal de su tío, José Baquíjano y
Carrillo y de José de la Riva Agüero. Por sus virtudes personales fue elegido
Alcalde de Lima, luego, sería elegido Diputado ante las Cortes de Cádiz en
donde desempeñó un destacado rol recibiendo allí la influencia de las corrientes
liberales de las Logias que sembraron en él la semilla de la independencia de la
Patria.
Convencido
de su misión retorna al país siendo nombrado por el Virrey Joaquín de la
Pezuela como Intendente de Trujillo el 25 de agosto de 1820 dedicándose a sus
funciones, pero, también, a promover la corriente independentista entre sus
allegados, de tal forma que al ser invitado por San Martín para proclamar la
independencia de Trujillo la población ya estaba convencida dedicándose sólo a organizar
la juramentación en el Ayuntamiento un 24 de diciembre de 1820 y, luego, la
proclamación de la independencia, el 29 de diciembre de ese mismo año.
En reconocimiento el pueblo trujillano
lo nombra como Presidente del Perú libre. Con esa investidura dispone se ice la
primera bandera peruana en toda la ciudad, organiza el primer ejército patriota
y captura las guarniciones realistas; asimismo, envía comisionados a las
provincias a efectos de que también proclamen su independencia. Enseguida, organiza
la erogación de dinero en favor del ejército libertario reuniendo hasta 80,000
pesos. Al establecer San Martín su Protectorado lo nombra como Supremo Delegado
como tal declara a Trujillo como “Benemérita y fidelísima a la Patria”
Al viajar San Martín a Guayaquil a
entrevistarse con Bolívar (1822) Torre Tagle fue encargado del gobierno. Al producirse el
arribo del lugarteniente de Bolívar, Antonio José de Sucre, es investido por el
Congreso con el Mando Supremo del Gobierno más este lo entrega a Torre Tagle
quien, días después, es nombrado como Presidente Constitucional. Al arribar Bolívar al Perú el Congreso lo
nombra como Dictador, otorgándole amplios poderes políticos y militares suspendiendo
la autoridad de Torre Tagle como flamante Presidente Constitucional y, por el
bien del país, este acepta la decisión, pero no pudo impedir el surgimiento de rumores
de su resentimiento y de una futura traición. Al respecto, el historiador José
Antonio Lavalle, relata: “Bolívar se previno contra el Presidente Torre Tagle porque se le atribuyó haber influido con sus
amigos para que no se le diese al Libertador facultades de Dictador lo que Bolívar
recibió esto con sumo desagrado” esperando la ocasión para el desquite.
Como parte de ella ordena que Torre Tagle negocie
un armisticio con los realistas, el mismo que encarga esta misión a su Ministro
Juan de Berindoaga recomendándole: “Sí por desgracia se nieguen a reconocer la
independencia yo pido a Ud. que al momento se regrese sin tratar más con ellos”.
Empero, la misión fracasó. Según Nicolás
Rebaza, al conocerse que el General español Juan Antonio Monet ocuparía Lima,
Bolívar ordena que todas las autoridades patriotas salgan de ella y se dirijan
a Pativilca donde él se encontraba. Una
de ellas sería Torre Tagle, pero el General patriota Mariano de Necochea le
advierte que Bolívar le había ordenado que lo condujera preso hacia ese lugar con
el propósito de fusilarlo Por esta razón se oculta. Al ingresar el General
español Monet a la capital dispone que todas las autoridades se presenten ante
él y quien ose desacatar la orden “sería juzgado como espía y fusilado”.
Huyendo de Bolívar Torre Tagle envía
una carta al General Monet presentándose como Presidente del Perú pidiendo asilo
y proponiéndole una negociación, pero
bajo la premisa “de reconocer la independencia del Perú, caso contrario, se le
considere como prisionero de guerra”. El español no acepta la negociación, pero
lo recibe como General de Brigada que era. Al respecto Rebaza remarca: “(En
este caso)… su procedimiento no tuvo nada de indigno…pues hasta Napoleón pidió
asilo a su enemigo, el gobierno inglés”.
Luego,
la División de Monet se traslada a la fortaleza del Real Felipe llevando a
Torre Tagle y su Ministro. Pocos después, su esposa e hijos mueren víctimas del
hambre y el escorbuto. Torre Tagle se encontraba muy decepcionado y deprimido por
el trato cruel recibido de Bolívar y así entregó su alma a Dios, victima también,
del hambre y el escorbuto, el 23 de septiembre de 1825. Sin embargo, la intriga
y las calumnias continuaron acusándolo de haber suscrito un manifiesto a favor
de los realistas. Calumnias que luego fueron desmentidas por su Ministro
Berindoaga durante el juicio a que fue sometido afirmando que dicho documento
había sido redactado por dicho Ministro coaccionado por los generales españoles,
Monet y García Camba, sin ninguna intervención de Torre Tagle. De esta manera,
el gestor de la independencia de Trujillo, del norte peruano y constructor del
Perú libre de aquel entonces, murió con el corazón herido por la incomprensión,
el egocentrismo y la ambición desmedida de poder político de Simón Bolívar.