Hasta el momento, solo hay dos acuerdos preliminares con el laboratorio Pfizer y la cooperación Covax Facility. En el primer caso se debió firmar el 30 de noviembre, pero no se pudo por la inestabilidad política, según el excanciller Mario López.
Una norma prioritaria para cerrar los acuerdos y asegurar la compra de dosis en el mercado internacional estuvo entrampada por más de 2 meses en el Congreso, tanto por la oposición de los legisladores como por la crisis debido a la vacancia presidencial.
Todo empezó el 25 de setiembre cuando el gobierno de Martín Vizcarra presentó un proyecto de ley que permitía acelerar de manera temporal la autorización de la vacuna. Esto serviría para empujar las negociaciones que se tenía con las farmacéuticas, según fuentes del Ejecutivo.
Por eso, en un oficio que le envió el exjefe del Estado al entonces titular del Congreso, Manuel Merino, se lee que se pedía “disponer su trámite con carácter de urgente”. Así, entre el 25 de setiembre y el 8 de octubre, la iniciativa tuvo respaldo y llegó al Pleno tras ser exonerada de debate en la Comisión de Salud. Parecía que se entendía su importancia. Sin embargo, no fue así.
La resistencia vino con argumentos sin sustentos científicos. La encabezó el parlamentario antaurista Posemoscrowte Chagua Payano, quien en dos oportunidades solicitó la reconsideración del texto sustitutorio del dictamen que acumuló ese y otros nueve proyectos de ley. Estaban en ese tire y afloje cuando el 9 de noviembre se aprobó la vacancia de Martín Vizcarra y con ello la crisis gubernamental que terminó, tras protestas ciudadanas con fallecidos, con la asunción de Francisco Sagasti el 16 de noviembre. s
En todo ese tiempo, como es evidente, el Congreso -tras sacar y poner presidentes- dejó en visto al proyecto de ley. Recién el 4 de diciembre el Pleno retomó el debate. En esa sesión, el legislador Chagua Payano repitió que la aplicación de la vacuna era ilegal porque “modificaba el ADN” de la población. Sus colegas Orestes Sánchez y Omar Merino pedían que su uso no sea obligatorio cuando eso ya lo había señalado el Minsa.
Al final, el dictamen tuvo 92 votos a favor, 10 en contra y 10 abstenciones. Quienes se opusieron fueron Chagua Payano, José Vega, Roberto Chavarría, Héctor Maquera y Yessica Apaza (Unión por el Perú); así como Alfredo Benites, Raúl Machaca, Daniel Oseda, Richard Rubio (Frepap) y Orlando Arapa (Nueva Constitución). Tras ello, la autógrafa de ley se publicó recién el 11 de diciembre y se espera que sea promulgada.
Mientras tanto, el Congreso culpa solo al Ejecutivo por la demora de las vacunas.
Crisis generó problemas con laboratorios
Solo hay dos acuerdos preliminares con el laboratorio Pfizer y la cooperación Covax Facility. En el primer caso se debió firmar el 30 de noviembre, pero no se pudo por la inestabilidad política, señala el excanciller Mario López.
Los médicos Elmer Huerta y Germán Málaga dijeron que los laboratorios toman en cuenta ello. “Si se cambia de presidentes y ministros, se cambia de interlocutores. Eso no ayuda”.
Dos meses sin ser prioridad
El 25 de setiembre, el gobierno de Vizcarra envió un proyecto de ley con “carácter de urgente” para acelerar la autorización de la vacuna en el país. El Congreso recién el 4 de diciembre lo aprobó. Tuvo otras prioridades.
(LA REPÚBLICA)