domingo, 2 de octubre de 2016

“Queremos un frente vivo y no que solo se active en elecciones”

Escribe:Enrique Patriau

Verónika Mendoza ha decidido salir menos a declarar. Los congresistas del Frente Amplio (FA) son los que están tomando con mayor fuerza el trabajo de vocería. Mientras tanto, la excandidata presidencial prefiere analizar, con mayor calma, el panorama político nacional. En esta entrevista concedida a La República antes de un viaje –la primera luego de un silencio prolongado–, sienta su posición sobre el proceso interno que viene atravesando el frente. Niega cualquier atisbo de crisis. Lo que hay, añade, es un debate intenso y natural.

Marco Arana dice que existe una campaña de demolición en contra de él. ¿Le cree?

No he leído sus declaraciones sobre ese tema. Lo que sí es cierto es que hay algunos sectores relacionados con el poder económico que buscan debilitar al Frente Amplio y la alternativa de cambio que representa, agudizando o magnificando supuestas contradicciones donde solo hay debates internos.

Arana señala que esa campaña de demolición proviene desde dentro del propio FA. ¿Es así?

¡No, de ninguna manera! Él es parte del FA y venimos construyendo este proyecto, juntos, por dos años. Hay debates y diferencias, como es obvio, ¿pero una campaña de demolición? De ninguna manera hay algo así.

¿Diría que su relación con Arana es buena, regular o mala?

Es una relación de debate, tal como es la relación de dos militantes que participan de un mismo proyecto político.

La impresión desde fuera es que las cosas no caminan con tranquilidad en el FA y ya hay rumores de ruptura en los medios.

Sin embargo, hemos tenido hace pocos días un congreso del FA, exitoso, en el que hemos reafirmado nuestra intención de permanecer juntos e institucionalizarnos. Somos un frente integrado por diversas organizaciones sociales y políticas y, considerando eso, necesitamos reglas de convivencia claras que garanticen la participación de todos los militantes, con igualdad de derechos y deberes. Para eso necesitamos un registro legal. No se trata de buscar una inscripción para una candidatura específica porque en el FA las candidaturas se deciden con elecciones ciudadanas.

¿A qué responde la necesidad de que otras organizaciones del FA busquen su propia inscripción?

Porque los compañeros de Tierra y Libertad (TyL), que tuvieron el gesto generoso de poner a disposición su inscripción para el proceso electoral pasado, han decidido que esa inscripción la van a guardar para su propia organización política, y eso es algo que nosotros respetamos. Por ese motivo, todos los demás movimientos que no tenemos registro legal hemos decidido obtener uno. Igual, seguimos pensando en un frente como un proyecto político común.

¿Niega la posibilidad de que el FA enfrente un proceso de ruptura más adelante?

Hasta el momento todos nos hemos reafirmado en la unidad...

“Hasta el momento”.

Sí, más allá de que unos y otros quieran fortalecer sus propias organizaciones. Lo que el FA busca es una participación masiva de ciudadanos, para acompañar a la gente en sus luchas. Claro, también buscamos prepararnos bien para ser gobierno en 2021.

¿Se mantendrá unida la bancada del FA durante los cinco años que vienen?

Tiene que mantenerse unida, porque responde a un pueblo que votó por ella. No tendría por qué romperse. (La bancada) se debe a la gente y no hay razón para ningún rompimiento, sobre todo si todos suscribimos la misma plataforma política.

La encuestadora GfK sacó un sondeo en el que usted aparece como la líder más importante de la izquierda peruana. ¿Lo pudo ver?

Honestamente, no al detalle, aunque algo pude revisar. En todo caso, eso reafirma la necesidad de fortalecer el FA como alternativa para un país que necesita un proyecto político diferente al que se ha instalado en el Perú durante las últimas décadas.

En ese sondeo aparece muy por encima de Arana.

Supongo que por una natural continuidad de lo que fue la campaña electoral, ¿no?

¿Se considera la líder de la izquierda peruana en estos momentos?

Prefiero hablar de un frente que acumula las expectativas de cambio de los ciudadanos. Soy alguien que cree en los liderazgos múltiples. Ahí están Arana, Marisa Glave, Indira Huilca...

¿Qué le pareció la decisión de TyL de separar a Marisa Glave del comité político del FA?

Esos son temas internos de los compañeros de TyL que están procesando y resolverán en un congreso que tienen convocado para los próximos meses.

¿No ha pagado ella su cercanía con usted?

Espero que no.

Explíqueme algo. Se supo hace algunas semanas que el FA recurriría a la figura de los diezmos para financiar sus actividades políticas. Se especuló, también, que usted percibiría una suma de ahí. ¿Es verdad?

De momento, yo no he recibido absolutamente nada del FA. Ahora, por supuesto que esperamos tener una caja a la que puedan aportar congresistas y militantes para, precisamente, el desarrollo de actividades de formación política, de campaña. Se necesita dinero para eso, usted sabe.

¿Pero recibirá dinero?

No necesariamente, depende. Es posible que me pueda dedicar a una de esas actividades y, eventualmente, haré uso de esa cajas, como podrían hacer otros líderes del frente.

Es diferente recibir dinero para financiar actividades partidarias que para financiar, digamos, los gastos personales.

Lo que pasa es que eso no se ha decidido aún. Yo sí creo, de manera personal, que los partidos y el FA, en particular, requieren de militantes que se dediquen en exclusividad a su fortalecimiento. No queremos un frente que se active cada cinco años solo para elecciones sino un frente vivo. Y para eso es pertinente tener a personas dedicadas a ello. Y si es necesario remunerarlas, habrá que hacerlo. Es legítimo y hasta necesario si buscamos organizaciones serias y no simples franquicias.

¿Aceptaría ser remunerada para dedicarse en exclusiva al fortalecimiento del FA?

Siempre en el marco de actividades claramente definidas. Si me toca esa tarea, tendré toda la disposición de trabajar para fortalecer al frente, aunque también me gustaría retomar algunas actividades privadas profesionales.

Imagino que sus aspiraciones presidenciales se mantienen vigentes.

Sí, aunque falta mucho para 2021. Claro, veremos qué pasa. Pero mi voluntad es esa.

Ya no los cuestionan tanto con Venezuela. Ahora parece que la nueva estrategia es vincularlos con el terrorismo. ¿Siente eso?

Por supuesto. En la última etapa del proceso electoral iniciaron una campaña muy agresiva en ese sentido y ha continuado. Ahí está ese tuit del congresista Becerril, con una foto trucada mía. Esa contracampaña es permanente, a pesar de nuestro clarísimo deslinde. Quieren estigmatizarnos. Es la estrategia que ha usado el fujimorismo, y no solo ahora. A mí, Abimael Guzmán me parece, para que quede claro, un ser abominable, cabecilla de una agrupación terrorista que hizo mucho daño.

Y a pesar de ese deslinde, el discurso que busca relacionarlos con el terrorismo se mantiene desde ciertos sectores. ¿Por qué?

Porque quieren desprestigiar a una fuerza política que cuestiona un discurso homogéneo y un modelo de desarrollo que no ha traído desarrollo, a una fuerza política que, además, no tiene reparos en denunciar al fujimorismo y desnudarlo en sus inconsistencias y en sus vínculos con el lavado de activos.

¿Qué piensa de la posibilidad de que organizaciones como el Fudepp participen en la vida política como un partido inscrito?

Si hay un zanjamiento absolutamente claro con toda forma de violencia y con el terrorismo en particular, lo mejor es que las distintas expresiones políticas se manifiesten a través de las formas democráticas y de los canales propios del estado de derecho. Pero, de nuevo, antes se necesita un deslinde claro. En el caso de personas que han tenido participación en organizaciones terroristas y ya han cumplido su condena, es legítimo que la sociedad y el Estado tengan particular vigilancia sobre ellas.

Para entenderla, ¿si el Fudepp o el Movadef no hacen un deslinde claro con el terrorismo no deberían participar en la vida democrática?

No deberían. Esa es una condición indispensable. Nadie puede formar parte del sistema democrático si reivindica formas que pretenden destruirlo. El deslinde tiene que ser claro, meridiano. Eso por un lado. Del otro, se necesita que el Estado haga una política de memoria de la época del terror y que los distintos partidos democráticos debatan allí donde estas organizaciones buscan moverse.

¿Y así ponerlas en evidencia ante la gente?

Exacto. Pero sí le quiero decir algo más: en el FA no vamos a permitir que organizaciones políticas como el fujimorismo revivan y magnifiquen la presencia de rezagos de agrupaciones terroristas para su propio beneficio, ¿no es cierto? Porque el terrorismo de Sendero Luminoso y el fujimorismo son funcionales el uno del otro. El fujimorismo necesita del terrorismo para justificar su golpe de Estado de 1992 y, también lo necesita para crecer, porque hay que recordar que el fujimorismo crece sobre la base del miedo y del odio. Repito: debe vigilarse a los rezagos terroristas, eso es necesario, pero sin magnificarlos. Yo sí creo que hay que celebrar que el Perú derrotó al terrorismo política y militarmente. ❧

LAURA GAMERO
(la república)