Asesinos a sueldo. Les dan ese dinero mensual a cambio de seguridad, pero también ejecutan otros delitos en sus 'horas extras'. Asesino de dirigente dice que "es fácil entrar, pero lo complicado es mantenerse con vida". Extorsiones se han expandido a nivel nacional, sobre todo en Lima y La Libertad.
Óscar Chumpitaz C.
La extorsión por parte de las mafias de construcción civil se ha expandido a nivel nacional e incrementado en los departamentos de Lima, Piura, Lambayeque y La Libertad. El coronel PNP, José Saavedra Ballón, jefe de la División de Protección de Obras Civiles, dice que estos delincuentes, además, se dedican al robo, sicariato y el hurto de automóviles, que les sirve para chantajear a los dueños de los vehículos.
Asegura que los seudodirigentes de estas mafias contratan cuatro o cinco delincuentes como ‘chalecos’, o sicarios, a quienes pagan hasta 1.400 soles mensuales por su seguridad. "También se han descubierto ‘escuelas de sicarios’ formadas por estas organizaciones criminales en el norte del país", agrega.
Juan Reyes (a) El Trujillano, sindicado como uno de los asesinos del dirigente de construcción de Paramonga, Gilmer Castro Arteaga, cuenta desde prisión cómo operan estas mafias. “Es fácil entrar, lo complicado es mantenerse con vida”.
Así operan las mafias
Indica que los 'dirigentes' obtienen información referida al ingeniero residente o representante de los directivos de la empresa constructora. Luego, a través de llamadas telefónicas, lo amedrentan y le ofrecen ‘seguridad’ o solicitan cupos de trabajo para los ‘chalecos’, cuyo número varía según el tamaño de la obra y quienes por supuesto cobran sin trabajar.
Los cupos para la ‘paz laboral’ pueden llegar al 2 y 5 % del presupuesto total de la obra en construcción.
Si el empresario o ingeniero no cede a sus chantajes, grupos de delincuentes armados con pistolas, palos y piedras atacan la obra.
No solo dañan los bienes materiales, sino también la integridad física de los trabajadores, causándoles en muchos casos hasta la muerte.
De chilca a chincha
Los seudodirigentes y ‘chalecos’ se encargan de garantizar el pago de la extorsión.
El empresario chinchano Luis Manzur fue víctima de este delito. La seguridad de toda su familia estuvo en vilo desde que en enero del 2008 denunció la extorsión por S/. 200.000 que recibió de parte del gremio de construcción de la zona.
La policía tiene a Cañete como principal foco de violencia por cupos de obras. En Huaura, Huaral y Barranca se registraron asesinatos por este delito. Trujillo, Chiclayo y Sullana han sido cunas de superbandas como La Gran Familia y El Nuevo Clan del Norte.
Según la policía, la mayor parte de incidencia de grescas relacionadas con la construcción se da actualmente en Cañete, específicamente en Mala, Asia, Salinas y Chilca.
“En estas zonas funcionan las mafias de construcción desde el 2003”, dice el coronel Saavedra.
"Los sicarios, como cualquier asesino a sueldo, ejecutan todo tipo de trabajos para las mafias de construcción. Sus intereses son únicamente económicos. Llegan a hacer del sicariato una auténtica forma de vida, pero no dudan en aceptar otros trabajos a modo de horas extras", dice el ex jefe de la División Antisecuestros, Jorge Mejía.
En algunos casos, los sicarios suelen haber tenido un entrenamiento previo. "Lo más preocupante es que son jóvenes a quienes les dan armas con licencias", señala el experto en seguridad.
Desaparecen empresas
En la Federación Nacional de Construcción Civil hay 165 sindicatos registrados, agrupando a más de 130 mil trabajadores.
Según la División de Protección de Obras Civiles, de las 140 empresas constructoras de Lima, el 40 por ciento ha desaparecido. "No han renovado registro en el Ministerio de Trabajo", precisa el coronel José Saavedra.
Pese al escaso personal, esta dependencia le viene pisando los talones a los integrantes de estas mafias. Solo de enero al 14 de julio han intervenido a 1.827 sospechosos, 20 de ellos requisitoriados. "Hemos desarticulado 12 bandas dedicadas a la extorsión", afirma el coronel Saavedra.
Asesinan a un empresario constructor
El empresario constructor Jhonny Ramírez Vásquez, de 54 años, se disponía a abrir la puerta de su casa, en Huánuco, cuando dos sujetos en moto lo interceptaron y le descerrajaron siete tiros, dos de ellos en la cabeza.
Cuando la policía llegó a la Urb. Los Portales, en el distrito de Amarilis, encontraron a la víctima sin vida. Tenía un celular en la mano. Todo hace indicar que recibió una llamada antes de ser acribillado.
La policía no descarta un acto de venganza. Al parecer la víctima no se dejó amedrentar por extorsionadores vinculados a las mafias que actúan como construcción civil en Huánuco.
En los últimos dos años, diez dirigentes de la FTCCP han sido asesinados por sicarios al servicio de los dirigentes de seudosindicatos, informó el secretario general de la CGTP, Mario Huamán.(la república)