Los republicanos, desde muy temprano inician la excavación de la zanja donde será colocado el gallardete en la plaza de armas, frente a la catedral.
Los otros republicanos ya se encuentran en el caserío de Cahuadán de done trasladan el madero.
Los tijerales están listo para la parada del gallardete.
En el descanso se aprovecha para echarle el bolo de hoja de coca.
No falta la chicha de jora para la sed y el valor.
Las diferentes promociones de los colegios preparan las tradicionales polladas.
Texto y fotos: Beto Mendoza