martes, 31 de enero de 2012

NADIE CONTROLA LOS CENTROS DE REHABILITACIÓN DE TRUJILLO


MISMA REALIDAD

La Industria visitó distintos establecimientos que brindan asistencia a drogadictos. Locales son instalados en viviendas, similares a la que se incendió en Lima.

Trujillo. Desde el 2009 no existe ningún registro de los centros de rehabilitación para personas adictas al alcohol o drogas en Trujillo. Tampoco se cuenta con ninguna institución que regule su funcionamiento, ni mucho menos las medidas de seguridad que deberían cumplir estos locales.

En algunos casos se trata de viviendas convertidas en establecimientos de salud mental protegidas con rejas para evitar que los internos logren escapar. Cada una de éstas acoge en promedio a 50 personas, de acuerdo a un estudio de adictos a psicotrópicos realizado por Devida hace tres años, y que a la fecha sirve solo como referente.

Al respecto, el gerente regional de Salud, Henry Rebaza Iparraguirre, indicó que en 2007 una resolución nacional transfirió las facultades de control que tenía este organismo sobre los citados centros a los gobiernos locales, es decir a las municipalidades. Desde entonces, dejaron de supervisarlos.

“Existen muchos de estos locales que funcionan como centros de oración o comunidades terapéuticas y su funcionamiento tiene que ser verificado por la municipalidad”, dijo el funcionario regional, tras indicar que preparan un proyecto para solicitar que esta gerencia retome el control de estos locales.

Precisó que muy pocos de estos locales tienen médicos y personal para atender a los internos. La mayoría lo hace con personas no capacitadas o con los adictos más antiguos. “La persona que dirija estos locales no puede ser cualquiera, pero eso por el momento nosotros no podemos regularlo”, acotó.

Es importante precisar que los problemas que existen en Trujillo no difieren en lo mínimo con los de Lima, donde el último fin de semana 27 personas murieron asfixiadas al interior del Centro de Rehabilitación Cristiana ‘Cristo es Amor’, en el distrito de San Juan de Lurigancho. Las puertas se encontraban cerradas con llave.

Dos casos
En el sector trujillano El Alambre, a espaldas de la comisaría del sector, se ubica uno de estos centros, instalado en una vivienda de dos pisos de color rosado y la cual estaría dirigida por alguien a quien se conoce como ‘Joselito’. Los vecinos de la zona identifican el centro de rehabilitación.

En la manzana ‘U’ de la urbanización Santa Teresita de Ávila se encuentra el local denominado ‘Jesús y María’, el cual también es una casa, pero que en este caso tiene las ventanas protegidas por fierros.

Francisco Paredes León | Redacción La Industria