El implacable paso del tiempo y el inexorable destino, acaban de llevarse a sus dominios a dos personajes de nuestro querido Huamachuco: Javier Armas Castañeda y Segundo Sánchez Verde que, durante su vida constituyeron guía y ejemplo para sus hijos y familiares.
Dos seres humanos poseedores de muchas virtudes y quizá también algunos defectos. Los vecinos y paisanos, que tuvimos las suerte de conocerlos no podemos dejar de evocar a don Javier Armas Castañeda, un hombre que a base de sacrificados años de trabajo y esfuerzo, empezando desde abajo, logró consolidar un próspero y, sobre todo, legal negocio.
A don Segundo Sánchez Verde, aun lo recuerdo como el estricto Sargento Sánchez, vestido de impecable uniforme, quien nos inspiraba el debido respeto y mantenía la necesaria seguridad y el orden , aquellos envidiables años cuando nuestra querida ciudad era un remanso de relativa paz y tranquilidad, sin delincuentes, pandilleros o pichicateros que, por desgracia, hoy abundan.
Para ambos personajes vaya mi sincero homenaje y esta breve remembranza, que sus hijos y nietos a quienes hago llegar mis sentidas condolencias, continúen y superen sus enseñanzas y ejemplo y, asimismo, jamás olviden recoger y convertir en imperecedero ese cariño e identificación con Huamachuco que demostraron durante el transcurso de su existencia.
¡Qué descansen en paz!
A don Segundo Sánchez Verde, aun lo recuerdo como el estricto Sargento Sánchez, vestido de impecable uniforme, quien nos inspiraba el debido respeto y mantenía la necesaria seguridad y el orden , aquellos envidiables años cuando nuestra querida ciudad era un remanso de relativa paz y tranquilidad, sin delincuentes, pandilleros o pichicateros que, por desgracia, hoy abundan.
Para ambos personajes vaya mi sincero homenaje y esta breve remembranza, que sus hijos y nietos a quienes hago llegar mis sentidas condolencias, continúen y superen sus enseñanzas y ejemplo y, asimismo, jamás olviden recoger y convertir en imperecedero ese cariño e identificación con Huamachuco que demostraron durante el transcurso de su existencia.
¡Qué descansen en paz!