jueves, 24 de febrero de 2011

COMPARTIENDO LOCURAS


Recién bajadito…del avión, y después de tantos años de no vivir en este aún maltratado Perú, comencé el ritual de todos los peruanos que nos fuimos alguna vez (casi todos involuntariamente) a reencontrarme con mi familia, amigos y más que todo a reencontrarme con mi País.
En ese reencuentro empiezo a compartir (socializar se dice ahora) un pequeño proyecto, el de inundar de bibliotecas ambulantes a nuestro Huamachuco y sus distritos.
Tuve la sensación de haber metido la pata o de haber dicho algo fuera del otro mundo porque la mayoría de miradas fueron como diciendo: “este ha venido loco o está por alocarse”. Otros, entre pensativos y dudosos me decían: “para que, ahora ya nadie lee”, “no tenemos bibliotecas”, “nadie compra periódicos”, “los libros están muy caros”, “los niños y jóvenes, están en video juegos, chats y demás tecnologías”.
Fue como decir: “sabes que, mejor pongamos un internet con harto video juegos y veras la plata que se ganara”.
Con esa terquedad que nos caracteriza principalmente a los andinos, seguí insistiendo y explicando esta “locura” y fui encontrando gente que comprendía que tener una biblioteca hace parte de la voluntad de querer superarse y tener una mejor educación y cultura.
Al inicio fuimos pocos, ahora podemos decirlo, somos un pequeño grupo, pero suficiente como para no sentirse que en realidad estamos tan locos.
Las bibliotecas modernas ya no son mas consideradas un lugar donde uno pueda ir a buscar un libro y sentarse en una mesa y leerlo u hojearlo y después devolverlo, ya no, ahora las bibliotecas son verdaderos centros vivos de cultura, lecturas, eventos, nuevas tecnologías, no solo libros, también revistas, periódicos, música, películas y de bastante contacto humano. Es decir un lugar agradable como para que de verdad “perdamos nuestro tiempo”.
Esta iniciativa la estamos llevando a cabo con una asociación de amigos y hermanos italianos que con su compromiso por estas causas nos ayudaran a concretar este sueño que es el sueño de muchos pero más que todo de nuestros niños y jóvenes que tendrán a su alcance un lugar y los instrumentos necesarios para poder ampliar y reforzar sus conocimientos, educación y cultura.
Les adjunto una fotografía que podría ser el símbolo de esta campaña. Caminando por los alrededores de Huamachuco, más exactamente, por la planta eléctrica, encontré a un niño recostado debajo de un árbol, en plena lectura, hice la foto casi a escondidas para no molestarlo y quitarle la concentración. Le pregunte que hacia ahí a esas horas de la mañana, cuando el resto de sus amiguitos estaba en la escuela; me contesto que le tocaba pastear a sus ovejitas y que para no perder su tiempo había llevado su librito para entretenerse leyendo.
La lista de locos para inundar de bibliotecas, libros, cultura, educación y de tantas otras locuras está abierta, si alguien se anima, los esperamos.
Textos y foto: marco lopez
Campaña para incentivar la lectura en Huamachuco.
www.wamachuko.com