En la presente campaña electoral todos los candidatos a la Presidencia de la República vienen siendo enfáticos en el lanzamiento de sus propuestas para el sector Educación. De ellos, 2 vienen ofreciendo desarrollar toda una “Revolución Educativa” en este importante sector de la vida nacional; entre ellos, Alejandro Toledo, quien ofrece aumentar sustancialmente su presupuesto, duplicar el monto del sueldo de los docentes. Otro es, Ollanta Humala, de Gana Perú, quien ofrece desarrollar un programa nutricional que incluirá entrega de desayunos y almuerzos escolares; elevar el presupuesto del sector educación, del 3% del PBI del 6%, entre otras.
A esto, debemos añadir la calificación de “Revolución Educativa” que viene empleando el actual Presidente de la República, Alan García, a lo desarrollado durante su gobierno en este sector el cual se ha basado fundamentalmente en las evaluaciones docentes, que dígase de paso son pésimamente elaboradas y administradas _ incluso con la permanente filtración de las respuestas_ ; así mismo, la incorporación de maestros a la Carrera Pública Magisterial, entre otras medidas. Ante esto cábenos preguntar, ¿Es o no Revolución Educativa lo ofertado por unos y realizado por otro?
De acuerdo a lo señalado por la Real Academia de la Lengua se entiende por Revolución Educativa, “a un cambio rápido y profundo del sistema educativo de un país”; es decir, una transformación radical e integral del proceso educativo actual, lo cual implica considerar una serie de aspectos dentro de la estructuración de ese mismo sistema que debe comenzar con la conceptualización de la educación, las políticas educativas, fines, objetivos, estrategias, agentes (Alumno, docente, padre de familia), infraestructura e implementación escolar, currículum, nutrición escolar, vinculación con otras súper estructuras de la vida nacional, entre otras. El tema educativo debe ser entendido como un proceso implementado con todos los elementos pedagógicos de calidad orientado a la transformación personal del educando nutrido de los valores de la axiología que lo humanicen y conviertan en un ser crítico, creador y cooperador, cuyo objetivo superior sea su transformación y desarrollo personal, para luego volcarse a transformar su comunidad local, regional, nacional y mundial.
¿El actual sistema educativo peruano posee estos requisitos? Por supuesto que no. El actual sistema educativo peruano, pasa por la no aplicación de políticas educativas acordes con la realidad socio económica del país a pesar de la existencia de un Proyecto Educativo Nacional elaborado por el Concejo Nacional de Educación y los aportes pedagógicos del Foro Educativo y del Acuerdo Nacional. Pasa también, aunque parezca increíble, por no considerar al educando como el eje central de la educación aserto que es sustentado por las enormes deficiencias y vacíos evidenciados que lo perjudican en donde el educando no es tomado en cuenta, por ejemplo al convertir la jornada escolar en un verdadero suplicio al haber cambiado el horario alterno en horario corrido, provocando una serie de problemas; al haber desaparecido los “Refectorios Escolares”, lugares donde se les brindaba alimentación balanceada a los alumnos de Inicial y Primaria; al mantener una estructura de niveles,grados,curriculum,asignaturas,contenidos,metodologías,medios y materiales educativos no acordes con los actuales tiempos. Un sistema educativo que no los prepara para un exitoso desenvolvimiento futuro en la comunidad; así mismo, al contar con locales con deficiente infraestructura y una ambientación escolar, en la mayoría de casos, no atractivo a los alumnos.
Asimismo, al mantener un presupuesto de sólo 3.1% del PBI, cuando se requiere 6%; al mentir con el cuento de la gratuidad de la enseñanza; al no preparar a los padres de familia en la compleja tarea de educar, al seguir considerando al país como una sola unidad geo social y económica sin tener en cuenta su diferenciación en urbana, rural, regional, étnica; al centrarse demagógicamente en la dotación de computadoras sin considerar la preparación docente especializada y la carencia de fluido eléctrico en muchos pueblos del país. Al no efectuar una verdadera reingeniería en los Centros de Formación Magisterial, al no reivindicar adecuadamente al maestro, pero si atribuirle todos los males de la educación actual, al no integrar todos los niveles del sistema educativo, al no ejercer una verdadera supervisión de la Educación Privada y, al pretender operativizar la municipalización de la Educación, entre muchos más.
Los candidatos presidenciales no van a la raíz del tema educativo, se van sólo por las ramas con una clara motivación demagógica de captar votos, pero no vacilan en afirmar que harán una “revolución educativa”, cuando son sólo simples reformas que mantienen latentes los añejos problemas que aquejan a la educación nacional. Una auténtica revolución educativa se habrá de implementar cuando se cuestione abiertamente el actual sistema socio económico neoliberal que soportamos desde hace buen tiempo, causa principal de nuestro sub desarrollo y se efectúe una reingeniería del sistema educativo peruano.
A esto, debemos añadir la calificación de “Revolución Educativa” que viene empleando el actual Presidente de la República, Alan García, a lo desarrollado durante su gobierno en este sector el cual se ha basado fundamentalmente en las evaluaciones docentes, que dígase de paso son pésimamente elaboradas y administradas _ incluso con la permanente filtración de las respuestas_ ; así mismo, la incorporación de maestros a la Carrera Pública Magisterial, entre otras medidas. Ante esto cábenos preguntar, ¿Es o no Revolución Educativa lo ofertado por unos y realizado por otro?
De acuerdo a lo señalado por la Real Academia de la Lengua se entiende por Revolución Educativa, “a un cambio rápido y profundo del sistema educativo de un país”; es decir, una transformación radical e integral del proceso educativo actual, lo cual implica considerar una serie de aspectos dentro de la estructuración de ese mismo sistema que debe comenzar con la conceptualización de la educación, las políticas educativas, fines, objetivos, estrategias, agentes (Alumno, docente, padre de familia), infraestructura e implementación escolar, currículum, nutrición escolar, vinculación con otras súper estructuras de la vida nacional, entre otras. El tema educativo debe ser entendido como un proceso implementado con todos los elementos pedagógicos de calidad orientado a la transformación personal del educando nutrido de los valores de la axiología que lo humanicen y conviertan en un ser crítico, creador y cooperador, cuyo objetivo superior sea su transformación y desarrollo personal, para luego volcarse a transformar su comunidad local, regional, nacional y mundial.
¿El actual sistema educativo peruano posee estos requisitos? Por supuesto que no. El actual sistema educativo peruano, pasa por la no aplicación de políticas educativas acordes con la realidad socio económica del país a pesar de la existencia de un Proyecto Educativo Nacional elaborado por el Concejo Nacional de Educación y los aportes pedagógicos del Foro Educativo y del Acuerdo Nacional. Pasa también, aunque parezca increíble, por no considerar al educando como el eje central de la educación aserto que es sustentado por las enormes deficiencias y vacíos evidenciados que lo perjudican en donde el educando no es tomado en cuenta, por ejemplo al convertir la jornada escolar en un verdadero suplicio al haber cambiado el horario alterno en horario corrido, provocando una serie de problemas; al haber desaparecido los “Refectorios Escolares”, lugares donde se les brindaba alimentación balanceada a los alumnos de Inicial y Primaria; al mantener una estructura de niveles,grados,curriculum,asignaturas,contenidos,metodologías,medios y materiales educativos no acordes con los actuales tiempos. Un sistema educativo que no los prepara para un exitoso desenvolvimiento futuro en la comunidad; así mismo, al contar con locales con deficiente infraestructura y una ambientación escolar, en la mayoría de casos, no atractivo a los alumnos.
Asimismo, al mantener un presupuesto de sólo 3.1% del PBI, cuando se requiere 6%; al mentir con el cuento de la gratuidad de la enseñanza; al no preparar a los padres de familia en la compleja tarea de educar, al seguir considerando al país como una sola unidad geo social y económica sin tener en cuenta su diferenciación en urbana, rural, regional, étnica; al centrarse demagógicamente en la dotación de computadoras sin considerar la preparación docente especializada y la carencia de fluido eléctrico en muchos pueblos del país. Al no efectuar una verdadera reingeniería en los Centros de Formación Magisterial, al no reivindicar adecuadamente al maestro, pero si atribuirle todos los males de la educación actual, al no integrar todos los niveles del sistema educativo, al no ejercer una verdadera supervisión de la Educación Privada y, al pretender operativizar la municipalización de la Educación, entre muchos más.
Los candidatos presidenciales no van a la raíz del tema educativo, se van sólo por las ramas con una clara motivación demagógica de captar votos, pero no vacilan en afirmar que harán una “revolución educativa”, cuando son sólo simples reformas que mantienen latentes los añejos problemas que aquejan a la educación nacional. Una auténtica revolución educativa se habrá de implementar cuando se cuestione abiertamente el actual sistema socio económico neoliberal que soportamos desde hace buen tiempo, causa principal de nuestro sub desarrollo y se efectúe una reingeniería del sistema educativo peruano.