domingo, 23 de enero de 2011

RUMBO AL CONGRESO DE LA REPUBLICA


Por: Dionicio Mantilla León

Faltan pocos días para que se cumpla el plazo para la inscripción de listas de candidatos al Congreso de La República y aproximadamente 2 meses para las elecciones presidenciales y congresales del 10 de abril y ya las agrupaciones políticas vienen concluyendo la conformación de sus listas de postulantes. Atrás van quedando las angustias por lograr una ubicación privilegiada que les de garantía de ocupar uno de los 130 ansiados escaños del Congreso de la República el cual habrá de iniciar su nueva gestión a partir del 28 de julio.
Al igual que los otros Poderes del Estado, Ejecutivo y Judicial, el Legislativo va culminando su gestión con una bajísima aprobación ciudadana como resultado del desprestigio ganado por los actos dolosos, escándalos y ridiculeces que han protagonizado muchos congresistas sin escrúpulos y carentes de un atisbo de moral y capacidad. A ello se ha añadido una pobrísima producción legislativa sacando a luz muchas veces leyes insulsas soslayando asuntos sustantivos como los de la Reforma del Estado o debatiendo leyes que tienen que ver con la Ley General del Trabajo, Sistema Único de Sueldos, Regionalización, Sistema Único de Salud, entre otros.
La incapacidad ostensible demostrada a lo largo de estos 5 años por nuestros legisladores para cumplir su honroso papel de legisladores, fiscalizadores y representantes de la comunidad viene provocando una profunda decepción e indignación en la ciudadanía constituyendo, estos días de conformación de las listas de candidatos, una magnifica oportunidad para incluir en ellas a personalidades de comprobada capacidad profesional, honestidad, trayectoria de servicio comunal, estar exento de problemas judiciales y sin un atisbo de duda de su honorabilidad y comportamiento ciudadano. A ello debe añadirse necesariamente mecanismos que sirvan de garantía para que no se produzcan los bochornosos actos de transfuguismo, así como de incumplimiento de las ofertas contenidas en sus planes de trabajo por constituir ambos una estafa al electorado.
Algunas agrupaciones políticas conscientes de su responsabilidad vienen tamizando convenientemente sus listas poniendo a un lado a aquellos que han querido reelegirse pero que han sido señalados por el dedo acusador de sus comunidades y los medios de comunicación, verbigracia: El Partido Nacionalista, al no considerar a quienes se les vinculaba con el narcotráfico (Obregón, Malpartida). Sin embargo, pese a todas las amargas experiencias vividas y el respeto que merece el electorado varias agrupaciones vienen incurriendo en los mismos yerros del pasado planteando la reelección de personajes vinculados a la corrupción: Jorge del Castillo (Petroaudios, Monterrico), o como en “Solidaridad Nacional” dando pase a personajes ineptos cuyo único mérito es su “generosidad” en la compra de su candidatura y, en otras agrupaciones, a personajes conocidos por ser “lobbystas” y tener indicios de su vinculación con el narcotráfico, o como en el caso de “Fuerza 2011”, que postula por Lima a personajes de triste recuerdo por su férrea defensa de la dictadura corrupta de Fujimori (entre ellos, Martha Chávez, Luz Salgado y Carmen Losada), a Kenyi Fujimori, que al igual que su hermana, Keiko, (cuya labor legislativa fue improductiva) no se sabe qué va hacer en el Congreso
A nivel de nuestra región se han inscrito hasta 9 listas de candidatos al Congreso algunos de ellos planteando su reelección y otros aún nuevos en estos menesteres políticos. Hacer una evaluación de la labor legislativa de quienes se presentan a la reelección tendría un común denominador: La insatisfacción, por cuanto todos ellos, sin excepción, no han atendido a cabalidad la solución a los problemas neurálgicos que aquejan a nuestra región los cuales aún se mantienen latentes y son tema de reclamo permanente, pero que, nuevamente, serán “caballitos de batalla electoral”.
En esta oportunidad, en que la campaña electoral se vive con creciente intensidad, cobra una impactante vigencia la necesidad de hacer realidad en el seno del Congreso de la República los añejos proyectos de la Renovación por Tercios y la Revocatoria, instrumentos los cuales podrían servir para una depuración permanente de este importante Poder del Estado el que debe estar integrado sólo por personalidades de probada idoneidad.