miércoles, 7 de diciembre de 2022

La otra plaga: la inseguridad ciudadana

UNA PLAGA PEOR QUE LA DEL COVID 19, LA VIRUELA DEL MONO Y, HOY, LA GRIPE AVIAR, LOS PERUANOS VENIMOS SOPORTANDO OTRA PLAGA MUCHO MÁS MORTÍFERA PARA LA CUAL HASTA AHORA NO SE ENCUENTRA LA VACUNA ADECUADA QUE LA ELIMINE.

Por: Dionicio Mantilla León

Angustia, dolor, indignación e impotencia es lo que sentimos cuando algún familiar o uno mismo es victima de un robo, un asalto, una golpiza o un secuestro de parte de delincuentes y, mucho peor, si se trata del asesinato de un familiar. Crímenes realizados, en algunos casos, con sadismo y bestialidad por sicarios que venden su alma al maligno por dinero. Seres desquiciados que no tienen una pizca de piedad ni humanidad, seres  que, para muchos, no merecen vivir y a quienes deben aplicárseles la Ley del talión: “Ojo por ojo y diente por diente”, es decir ser fusilados, pero, para otros, sólo deben merecer algunos años en prisión y, en el peor de los casos cadena perpetua y nada más, pensando en el arrepentimiento del feroz criminal y su futura reinserción en la sociedad.

...los niños huérfanos de padres asesinados lloran de hambre

         Quienes se ubican en este segundo  plano posiblemente nunca han sido victimas de la delincuencia y tampoco sus familiares, pero los familiares de Manuel Rodríguez Cruzado asesinado vilmente y enterrado (con signos de haberle cortado las orejas) en un arenal del poblado de Las Delicias, en Moche no tienen el mismo parecer. La victima, un anciano, padre del ex alcalde de Julcán fue secuestrado durante cinco meses por miembros de la banda “Los pulpos” y por él pedían 120,000 soles exigencia que los familiares cumplieron con entregar pensando en su liberación; sin embargo, esto no ocurrió.

Mientras la familia entierra a Manuel Rodríguez su feroz asesino ha huido a su país, 
Venezuela, gracias a la bondad de un juez trujillano. 

         Pero la indignación mayúscula, no sólo de la familia sino de la misma comunidad trujillana, es el hecho de conocer (a través de un noticiero televisivo de Trujillo) el reclamo del Coronel PNP de apellido Huamán, (jefe del grupo especial antisecuestros venidos especialmente de Lima por este y otros casos), en el sentido de que pese a las pruebas que adjuntaron y que acreditaban la responsabilidad de uno de los secuestradores y asesinos del anciano, delincuente de procedencia venezolana y miembro de la banda de “Los pulpos”, sencillamente este “iluminado” Juez le dio sólo comparecencia, es decir, lo liberó. Y, como era de suponer, (Y no va a ser) según el indignado jefe policial, este delincuente y feroz asesino habría fugado a su país fijándose, ahora, 75, 000 soles para quien dé informe de su paradero. ¡Qué tal Juez! ¿Y quien pagará la recompensa?, pues todos los peruanos. ¿Y el Juez que lo liberó? ¡Bien gracias! ¿Y la ODECMA?   

           Otro caso delincuencial en el que ha intervenido dicho grupo policial antisecuestro junto a la policía trujillana fue la liberación de la empresaria Nilda Arrascue Espinoza secuestrada durante varios días y por quien se pedía una cuantiosa cantidad de dinero por su liberación caso por el cual hay cuatro presuntos implicados integrantes de la banda “Los Pulpos”.

Penal de El Frontón frente al puerto de El Callao. En abandono

          Es así como un espantoso cuadro de robos, asaltos, secuestros, asesinatos en incremento indetenible es el negativo saldo que nos va dejando el año que ya termina. Indetenible por la pésima actuación de algunos incompetentes miembros del Poder Judicial y leyes completamente blandas que favorecen más a los delincuentes que a las victimas, leyes que al parecer se han hecho para estimular el “raqueteo” o robo al paso de celulares u otros bienes de poca cuantía económica sin medir las consecuencias negativas que dejan en las victimas.

          Y si los llegan a atrapar y los jueces a condenar pues sencillamente el Estado se encarga, increíblemente, de proteger poniéndoles abogados defensores de oficio, pero si aún así es condenado y va a la cárcel, sencillamente se les brinda alimentación gratuita con la famosa “paila” mientras afuera los niños huérfanos de padres asesinados lloran de hambre y no sólo eso le dan asistencia médica cuando se enferma mientras a los huérfanos, no.  

                                                  UN CAMBIO URGENTE 

        ¿Cuándo cambiará esta situación? Tal vez cuando el Congreso dé una verdadera LEY DE SEGURIDAD CIUDADANA, que incluya una reingeniería de las instituciones operadoras de justicia: Juzgados, Fiscalías, PNP e INPE; cuando se dote de una mayor y mejor logística a la PNP, se detenga la inmigración ilegal de extranjeros y se expulse a todos los inmigrantes ilegales existentes en el país comenzando por los delincuentes y criminales; cuando se establezca severas penalidades para los delitos menores, se dé una Reforma Penitenciaria que convierta las cárceles en centros de trabajo y sanción de acuerdo a la gravedad de los delitos: artesanales_ productivos para primerizos y de trabajos forzados para políticos corruptos, jefes de feroces bandas criminales, feminicidas y violadores. Asimismo cuando se dé la Ley de Rondas Urbanas y se empodere a los trabajadores de Serenazgo.  

Mientras los asesinos presos en la cárcel se alimentan bien

         De otro lado cuando se eliminen las cárceles doradas, cuando se disponga que todos los reos trabajen para ganarse el alimento, cuando se elimine la defensa legal de oficio a a los delincuentes, y se eliminen los beneficios penitenciarios a sicarios, feminicidas y violadores. Cuando se reabran los penales del SEPA, en la Selva y el Frontón, en la Costa. Asimismo, cuando todos los operadores de justicia, en caso de delinquir, sean sancionados con el doble de penalidad que los ciudadanos comunes.

         Sólo la severidad en la aplicación de las leyes aplicadas por probos operadores de justicia garantizará una verdadera seguridad ciudadana. Pero para que todo esto funcione el país debe contar con un verdadero Gobernante, esto es, un Presidente idóneo algo que hoy, lamentablemente, no tenemos.