En el año 2007, Óscar Becerra Tresierra fue parte de la historia de la adquisición de cerca de 900 mil laptops de plásticos que la “Megacomisión” que presidió el excongresista Sergio Tejada consideró sobrevaloradas. Eso, sus posturas contra la reforma universitaria, contra lo que la derecha denomina “caviar”, y sus simpatías por Alberto Fujimori, dibujan el perfil del flamante ministro de Educación de la presidenta Dina Boluarte.
En el año 2014, el excongresista y expresidente de la comisión investigadora del segundo gobierno de Alan García, Sergio Tejada, presentó ante el Congreso de la República el informe final sobre los “casos complementarios” que el grupo de trabajo que dirigió había elaborado, es decir, los casos que, no siendo emblemáticos -como “Narcoindultos” o “Agua para Todos”- eran hechos de corrupción representativa del gobierno aprista.
Uno de ellos era el de la adquisición, en el año 2007, de casi 900 mil laptops escolares por más de US$ 220 millones, en la que participó en calidad de evaluadora una oficina de la Universidad San Martín, a cargo del hoy ministro de Educación del gobierno de Dina Boluarte, Óscar Becerra.
Eran laptops de plástico de la Fundación One Laptop Per Child (OLPC), del informático y arquitecto estadounidense Nicholas Negroponte, quien estuvo en Lima en el año 2007 cuando la compra fue anunciada por el propio Alan García.
Fue una reunión en la que participaron empresarios muy cercanos al presidente de la República, como, por ejemplo, el entonces todopoderoso Jorge Barata, jefe de Odebrecht en el Perú.
Se trató, de acuerdo al anuncio presidencial, de una adquisición ventajosa debido a su bajo costo: 100 dólares.
Al final, cada laptop terminó costando más del doble, 225 dólares, según la información ofrecida ese año por el Banco Interamericano de Desarrollo.
La compra no vino acompañada de ninguna capacitación a docentes ni a alumnos.
La historia se remonta a inicios del 2007, y durante ese año el gobierno aprista destinó presupuesto para la millonaria compra.
Por ejemplo, aquel 29 de octubre se promulgó la Ley 29109, firmada por el presidente Alan García y por el primer ministro de entonces Jorge del Castillo, denominada “Una laptop por niño”, que ocurrió una partida de S/. 22'560,000 para la adquisición de laptops de la organización OLPC, de Nicholas Negroponte.
Eso no fue todo el dinero destinado a la compra. Solo una parte de los fondos.
El origen de la compra
En su libro “Los herederos de Fujimori, el abogado y periodista José Alejandro Godoy, recuerda detalles del lanzamiento de esta compra, desde Palacio de Gobierno.
“El domingo 6 de mayo de 2007, los ministros Hernán Garrido-Lecca (Vivienda) y José Antonio Chang (Educación) -socios en distintos negocios- atendieron a los periodistas en la puerta principal de Palacio de Gobierno. Chang portaba una pequeña computadora en una mano. El ministro de Educación señaló entonces que la laptop que llevaba consigo costaba apenas 100 dólares y que, gracias a un convenio con el Massachussetts Institute of Technology -una de las entidades educativas más prestigiosas del mundo, de la que Garrido Lecca había egresado-, el gobierno peruano repartiría una gran cantidad de estos equipos entre los escolares menos favorecidos”.
Godoy recuerda -como, en efecto, se cubrió en aquella época- que el anuncio de Chang no reflejaba la realidad, y recuerda las objeciones que hizo en ese entonces el experto en temas de tecnología de la PUCP, Eduardo Villanueva Mansilla, sobre todo en el precio. Solo Uruguay había pagado en la misma época 205 dólares por el mismo producto.
“El MIT (Massachussetts Institute of Techbology) no respaldaba el proyecto: en realidad, se trataba de una iniciativa de la Fundación One Laptop Per Child (OLPC), dirigida por Nicholas Negroponte, quien había sido director del Media Lab de la referida entidad académica estadounidense”.
También fueron cuestionadas las “bondades” pedagógicas del aparato y se resaltó que no había sido probado en ningún país. Continúa recordando Godoy:
“Para comenzar, el Ministerio de Educaicón no fue el encargado de presentar los informes favorables para la adquisición. Lo hicieron dos instituciones privadas: el Consejo Privado para la Agenda Digital y el Instituto Linux Profesional para Perú, Ecuador y Bolivia. El primero era dirigido por Max Ugaz, quien además trabajaba en la Universidad San Martín de Porres… La segunda era encabezada por Hernán Pachas Magallanes, también empleado de la USMP. El panorama lo completaba el director general de Tecnologías Educativas de la gestión de Chang en el Minedu, Óscar Becerra, otro funcionario en la mencionada casa de estudios. En junio de 2007, precisamente la USMP invitó a Negroponte para ofrecer una charla sobre OLPC, firmar un convenio con la fundación y, de paso, condecorarlo con un doctorado honoris causa”.
Por supuesto, se adquirieron más de 846 mil laptops y, por supuesto, la compra fue un fracaso.
La “Megacomisión” que presidió Sergio Tejada encontró una sobrevaloración de 11 millones de dólares. Y, como recuerdan exasesores de la comisión investigadora, fue uno de los casos más importantes de corrupción ocurridos durante el segundo gobierno de Alan García.
En esos hechos participó el actual ministro de Educación, designado este miércoles por la presidenta Dina Boluarte. Por eso y por sus posturas es que lo recuerdan en el sector.
Un ministro bien a la derecha
Óscar Becerra Tresierra tiene un perfil técnico que debe haber llamado la atención de la presidenta Dina Boluate, y un perfil político ubicable a la derecha, pero muy a la derecha.
Sus opiniones, fobias y filias están registradas en sus redes sociales y reflejan una posición conservadora respecto de la política nacional, de la educación y de los derechos de las minorías.
Ha sido director de Tecnología Educativa del Minedu y consultor internacional sobre Tecnologías de la Información y Comunicación en la Educación. Pero, también, jefe de Planificación y Defensor Universitario en la Universidad San Martín de Porres.
Es un abierto opositor de la labor de la Sunedu. El 7 de mayo de este año, compartió en su cuenta de Facebook una publicación de la usuaria Carmen María Izaguirre Valdes, que decía:
“¿Quieren saber cómo se conforma la nuevo (sic) Sunedu para no caer en la chilla progre/caviar?”.
La usuaria hizo un recuento de los cambios en la composición del Consejo Directivo de Sunedu aprobado entonces por el Congreso de la República. Para que no quede dudas de sus antipatías, la usuaria añadió:
“Sunedu caviar era la panacea…”. Ese comentario fue compartido por el flamante ministro de Educación.
Cinco años atrás, el 24 de agosto de 2017, Óscar Becerra compartió en su cuenta de Facebook otro texto crítico, contra Sunedu y, de paso, contra el exministro del sector, Jaime Saavedra. Él presentó así dicha publicación: “Me pasaron este texto que encuentro muy atinado y comparto”:
“… Con Saavedra al frente del Minedu, si bien se volvió a la meritocracia, sorprendentemente el acento estuvo en una política anti inversión privada; por ejemplo, se suspendieron las acreditaciones académicas en la educación básica y se creó la Superintendencia Superior Universitaria (Sunedu) que, en términos reales, se convirtió en una entidad enemiga de los claustros privados, al margen de las calidades académicas”.
Becerra también es un enemigo del enfoque de género, que los sectores de extrema derecha denominan “ideología de género”.
El 12 de marzo de 2018, el excongresista Gino Costa tuiteó que “en flagrante atropello a la autonomía del Miendu, el PJ (Poder Judicial) suspende (la) implementación del currículo nacional en (sic) enfoque de género. La eliminación de los prejuicios contra la mujer comienza en escuelas. Increíble que en medio de la actual ola de violencia machista jueves no lo entiendan!”.
Aquello no le gustó nada a Óscar Becerra, quien respondió a Costa con referencias a “orificios”, con evidentes perforaciones gramaticales:
“hombre (sic) o mujer es sexo y genética, masculino o femenino: género y gramática, LGBTIQAP… gustos y uso de orificios corporales”.
Y, como desde esa posición pareciera haber un paso hacia la admiración política por autoritarismos, el 31 de marzo de este año volvió a compartir en su Facebook un post sobre una particular visión de la situación carcelaria de Alberto Fujimori, escrito por un usuario llamado Ricardo León Dueñas, columnista del diario “Expreso” y de la web “El Montonero”:
“Fujimori es un preso político hace años. Hoy, la Corte IDH lo ha oficializado. Intromisión intolerable”.
Desde Alberto Fujimori hasta las críticas a la Sunedu; desde las laptops de Alan García hasta Dina Boluarte. En eso se resume la trayectoria del flamante ministro de Educación.(EPICENTRO TV)