sábado, 10 de diciembre de 2022

Ayacucho: El sello de la independencia

EL ÚLTIMO ESFUERZO POR LOGRAR LA INDEPENDENCIA DE LA PATRIA TUVO LUGAR EN LAS PAMPAS DE LA QUINUA EN AYACUCHO  UN 9 DE DICIEMBRE DE 1824. A CONTINUACIÓN  UNA BREVE REMENBRANZA DE LOS HECHOS.

General José A. de Sucre: "¡ Soldados de los esfuerzos de hoy depende la suerte de América del Sur!"

Por: Dionicio Mantilla León

Con la victoria del ejército patriota en las pampas de Junín la Patria aún no había logrado su plena libertad. Miles de soldados de la península ibérica aún seguían hollando nuestro suelo bendito. La patria continuaba todavía irredenta es por ello que el General Simón Bolívar convocó a su Estado Mayor para delinear con él los futuros pasos a seguir y planificar la estrategia que logre la victoria final que se constituyera en el sello de la libertad del país. Mientras tanto, luego del fracaso de Junín, los realistas al mando de José de la Serna, no se amilanaron y confiados en su superioridad numérica se lanzaron a perseguir a los patriotas.

General Simón Bolívar.

             Los patriotas, al mando de Antonio José de Sucre, eran conscientes de su inferioridad numérica pues contaban con sólo 5,800 soldados frente a 9,300 españoles y un solo cañón ante 11 del enemigo. Aún  así le entraron al encuentro teniendo a su favor su acendrado patriotismo frente a un ejército realista cuya  mayoría estaba conformado por mercenarios. El encuentro se produjo en la llanura de la Quinua en Ayacucho un 9 de diciembre de 1824 junto a la cordillera del Condorcunca (Rincón de los muertos). Antes de ello, estando en terreno neutral, se produjo una emotiva escena entre soldados de ambos bandos pues en ambos existían soldados que eran familiares y amigos por ello se llegó a suponer de la firma de la paz sin  derramamiento de sangre, algo que no ocurrió.

General José Mariano Córdova.

              Los primeros en iniciar la batalla fueron los hispanos con una fuerte arremetida del General Valdez provocando el desconcierto de los patriotas; sin embargo, apoyado por la caballería de Miller el General patriota JOSÉ MARIANO CÓRDOVA a cargo de la primera División de 2,300 hombres, con una audacia increíble e imbuido de gran patriotismo, bajó de su caballo y arengó a sus soldados  exclamando: “¡División, armas a discreción! ¡De frente, paso de vencedores! ¡Hasta la victoria final!” .

               Estimulados por esta osada actitud los patriotas no sólo resistieron sino contrarrestaron a los hispanos logrando diezmar la artillería enemiga. Este episodio bélico fue decisivo pues las divisiones patriotas comandados por José de La Mar y Jacinto Lara profundizaron el desconcierto entre los realistas atacando a Valdez, al extremo de que el General La Serna se lanzó a la lucha, pero es herido y hecho prisionero. Al ver caer a su jefe los realistas se dieron a la fuga.

Firma del acta de capitulación de Ayacucho.

               Canterac tomando el mando intenta reagruparlos pero los batallones patriotas de Lara y Miller terminan por doblegarlos. Al verse vencido Canterac pide a Sucre negociar disponiéndose a firmar la Capitulación por la cual claudicaba y cedía todas alas plazas que conservaba en su poder a cambio de facilidades para el retorno a España. La batalla duró 4 horas dejando un fatídico saldo de victimas en ambos bandos.

        La firma de la capitulación de Ayacucho fijó las siguientes cláusulas:

     *._ El reconocimiento de la independencia del Perú y la entrega de las plazas ocupadas y dirigidas por Canterac.

     *._  El compromiso del Perú de pagar la deuda que las guerras independentistas habían ocasionado a España.

    *._ El Perú cubriría los gastos de retorno de los hispanos a su patria.

           El acta de la capitulación así estructurado, que concedía muchas facilidades a los hispanos, provocó reparos en algunos Generales patriotas; sin embargo, comprendiendo el significado de la capitulación de los españoles, lo aceptaron.     Canterac reconoció la derrota del ejército.

           La capitulación de Ayacucho, significó el término no sólo de 300 años de oprobio de nuestra Patria sino de América del Sur, pues el Virreinato del Perú era el núcleo del poderío español del nuevo Continente. De esta manera, culminó un largo periodo de esfuerzo libertario, que proclamado un 28 de julio de 1821, se selló el 9 de diciembre de 1824  abriéndose un nuevo camino colmado de esperanza que la juventud de hoy debe recoger para hacer realidad el desarrollo de la Patria.


General José A. de Sucre

Arenga de Antonio José de Sucre

: "¡Soldados!, de los esfuerzos de hoy depende la suerte de América del Sur; otro día de gloria va a coronar vuestra admirable constancia.

   ¡Soldados!: ¡Viva el libertador! ¡Viva Bolívar, Salvador del Perú!."