Congreso de la República, ágora que debe servir para fortalecer la Democracia.
Por: Dionicio Mantilla León
En un ambiente de gran tensión y expectativa, el día de ayer el Presidente de la República, Martín Vizcarra, junto con su abogado defensor, Roberto Pereira Chumbe, se presentó ante el Congreso para tratar el tema de los audios clandestinos causal del intento de su probable vacancia. Empleando un tono conciliador pidió disculpas al país por todo lo acontecido, sacó a la luz documentos que probarían que su Secretaria mintió acusando al Ministro de Transportes y Comunicaciones y la Marina de Guerra; asimismo, dijo, que se ha allanado a las investigaciones que sobre el caso ha iniciado ya el Ministerio Público.
Luego, intervino su abogado defensor
quien desde el punto de vista jurídico explicó la no validez de la causal para
la vacancia por “incapacidad moral permanente” del Presidente Vizcarra
reafirmando que las únicas causales son las señaladas en el artículo 117 de la
Carta Magna. Lo cual significa que goza de inmunidad con el objeto de otorgarle
estabilidad al gobierno.
Según la
opinión de muchos constitucionalistas, el proceso de vacancia presidencial
impulsado estuvo viciado porque la Comisión de Fiscalización, está presidido
por un personaje, Edgar Alarcón, que tiene pendiente varias acusaciones
constitucionales, además, porque dicha comisión no había emitido aún el
resultado de la investigación, porque no se habían respetado los procedimientos
de investigación estipulados en el Reglamento del Congreso; existiendo,
también, indicios de un supuesto intento desestabilizador.
Por esta última causal el
ciudadano, Edison Tito Peralta, en representación de un grupo de ciudadanos, ha
procedido a denunciar ante la Cuarta Fiscalía Provincial en lo Penal de Lima
tanto al Presidente del Congreso de la República Manuel Merino, así como al
congresista, Edgar Alarcón, por el presunto delito de “conspiración, tentativa
de sedición y usurpación”.
Durante sus intervenciones los
congresistas llegaron a acusar al Presidente de la comisión de supuestos
delitos sin precisar cuales eran tampoco rebatieron con sustento lo detallado por
el Abogado Defensor del Presidente Vizcarra; asimismo, en el entendido de que el Presidente
de la Republica representa a la nación resultan censurables las ofensas contra
su investidura lanzadas durante el debate por congresistas de bajo nivel ético y
cultural quienes vertieron epítetos ofensivos irrepetibles llegando, incluso,
el congresista Daniel Urresti, a afirmar “que hay pactos bajo la mesa con
congresistas para la no vacancia” atreviéndose, un día antes, a lanzar
expresiones que ponían en duda la sexualidad del Presidente Vizcarra para luego
pedir disculpas. Y uno de UPP hasta se atrevió a pedir la pena de muerte para
nuestro primer mandatario.
Al final, luego de varias horas, triunfó
la sensatez y se dijo: NO a la vacancia PRESIDENCIAL pues al someterse al voto
se obtuvo lo siguiente: 78, en contra; 32, a favor; y 15,
abstenciones.
De esta manera concluye un episodio
más de nuestra historia política ad portas como estamos del Bicentenario de la
Independencia Nacional con dos poderes del Estado, Legislativo y Ejecutivo,
enfrentados. El primero, con un grupo de personas preocupados en componendas
desestabilizadoras y, el otro, con un gobernante metido en líos domésticos,
favoritismos y peligrosas grabaciones clandestinas que ponen en riesgo no sólo
la seguridad personal del Presidente sino del mismo Estado y la nación, errores
muy peligrosos que denotan negligencia y deben ser corregidos con prontitud.
En aras de los sagrados intereses de
nuestra patria hacemos votos para que Ejecutivo y Congreso superen sus errores
y confrontaciones uniéndose en un solo esfuerzo para atender una agenda común
considerando que existe ya el proyecto “Pacto Perú” a debatir en el seno del
foro del Acuerdo Nacional el mismo que debe merecer la primera prioridad lo
cual no significa que los protagonistas de estos bochornosos hechos sean
investigados en su debido momento y a cargo de las autoridades
competentes.