Por: Dionicio Mantilla León
“Sólo la honradez y la verdad pueden levantar a este país.” Lapidaria frase estampada justo en la lápida de la tumba de Abelardo Gamarra Rondo, quien fuera uno de los críticos más acervos de los politicos corruptos de su época y uno de los héroes civiles más connotados que el Perú ha tenido durante los aciagos días del nefasto pasaje de la historia nacional escrita con la sangre de miles de mártires y héroes peruanos que del amor a la Patria hicieron su misión más noble e imperecedera al defender con estoicismo su soberanía que fuera hollada por los chilenos a fines del siglo XVIII.
Y es que este personaje egregio del cual el pueblo de Sarín, (Huamachuco) se enorgullece de ser su cuna no ha sido valorado en plenitud como el héroe civil que es, conociéndosele sólo por ser el creador de la denominación de” Marinera” al baile de la “Chilena”con el que durante los años de la invasión de Chile se le conocía al baile de raíces africanas que fuera cultivada primero en nuestro país y llevada en su incesante devenir de latrocinio a su país por los chilenos para traerlo con una denominación inmerecidamente suya. Y Gamarra bautizó este baile como homenaje a la pericia bélica del Caballero de los Mares, Miguel Grau, que con su recordado monitor “Huáscar”, defendiera, en el escenario marino, el honor nacional frente a Chile. Y para más señales, fue Gamarra el creador de la letra y la música de la primera marinera peruana, aquella bella canción de la “Concheperla” entonada por primera vez por la niña prodigio, Rosa Mercedes Ayarza.
Sin embargo, Abelardo Manuel Gamarra Rondo, conocido con los seudónimos de “EL Tunante” y “El Último Haravicu” posee otras facetas vitales para ser considerado como un digno y egregio personaje de la Patria. Nacido en Sarín, un 31 de Agosto de 1852, murió en Lima un 9 de julio de 1924. Sus padres fueron: Manuel Guillermo Gamarra y Rosa Rondo Quezada. Sus estudios primarios los realizó en el Colegio San Nicolás de Huamachuco y los secundarios, en el Colegio “Nuestra Señora de Guadalupe”, de Lima.
Multifacético como era, Gamarra, dio muestras de dignidad cívica enmarcada por su reconocido patriotismo y amor a lo nuestro destacando como periodista, político y escritor costumbrista. Como periodista, llegó a ser Director del Diario oficial “El Peruano”; fue fundador y Director del periódico “Integridad” baluarte de la resistencia patriótica y crisol de las creaciones literarias costumbristas, amén de otras publicaciones periodísticas, dejando en todas ellas muestras de veracidad y un patriotismo sin límites.
Como político, fue un tenaz opositor de los gobernantes que del entreguismo hicieron su bandera. Fue elegido tres veces como Diputado por Huamachuco, siendo en la primera de ellas que lanzara el “Primer Manifiesto Público” contra el Tratado de Ancón que enarbolaba el Presidente Miguel Iglesias, el que cedía parte de nuestro territorio a Chile, razón por la cual fue deportado a Ecuador; empero, al escaparse de ese intento, se convirtió en el brazo derecho de Andrés Avelino Cáceres, editando en esos días el periódico la “Bandera del Norte”, como vocero de la resistencia peruana.
Como literato, su obra fue fecunda publicando una novela, numerosos ensayos, comedias y obras teatrales, destacando sobre todo: ”Rasgos de Pluma”, “Cien años de Vida Perdularia”,”Ña Codeo”, “Ya vienen los chilenos”y otras más. Por su proficua obra fue incorporado al “Circulo Literario de Lima”, el que luego se convertiría en la base del Partido político “Unión Nacional” del que llegara a ser su Presidente. Empero, este insigne personaje tambien tuvo detractores y defensores, pero jamás se puso en tela de juicio su dignidad cívica y honestidad.
Hoy, que recordamos un aniversario de su nacimiento, nos damos cuenta que su fecunda y agitada obra en favor de la politica y la cultura nacional aún no es valorada en su verdadera dimensión. Es hora de ir al rescate de este preclaro paradigma del patriotismo y la identidad nacional para ponerlo en conocimiento de las nuevas generaciones de peruanos ávidos de encontrar modelos de patriotismo y honradez a quien seguir.