Créditos: Alberto Mendoza
Por: Dionicio Mantilla León
Desde el pasado lunes 16 de este mes los jóvenes estudiantes de la Sub Sede de la U. N. T. de Huamachuco se encuentran implementando una medida de protesta reclamando la renovación del convenio suscrito entre la U.N.T. y la Municipalidad Provincial de Sánchez Carrión por cinco años más. Convenio en donde la parte sustantiva es otorgar una serie de incentivos (movilidad, alojamiento, alimentación y bono por altura) a los docentes de la U.N.T. que vienen laborando en dicha Casa Superior de Estudios de nuestra ciudad, docentes que, dígase de paso, pertenecen a la plana estable de dicha universidad.
La comunidad huamachuquina entiende la preocupación de los estudiantes universitarios quienes desean cursar sus estudios en un clima exento de inseguridad e incertidumbres por cuanto eso va en lógico detrimento de su preparación profesional; sin embargo, resulta oportuno hacer algunas precisiones:
¿Es lícito que luego de varios años de creada la sub sede de la U.N.T. en nuestra ciudad se siga manteniendo la misma pretención, el mismo estado de cosas, es decir un convenio, como si recién se hubiese creado? Que se sepa los convenios no tienen una duración indefinida habida cuenta que, como en este caso, surgen para consolidar el funcionamiento de algo. En el caso de Huamachuco fue concretado para asegurar el nacimiento de dicha sub sede en nuestra ciudad algo que ha ocurrido hace varios años.
De otro lado, es importante considerar que la U.N.T. no es una entidad pública cualquiera, constituye la primera Universidad de la época republicana y la segunda a nivel nacional después de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, posee además una serie de privilegios, pergaminos y méritos. Una universidad que se supone es dirigida por lo mejor de los funcionarios y directivos, dotados de gran capacidad funcional y de gestión e, incluso, dirigida por un Rector que es también Presidente de la Asamblea Nacional de Rectores del Perú, Dr. Orlando Velázquez Benites lo cual no es poca cosa. ¿Una institución universitaria de semejante dimensión y trascendencia no puede solucionar nimios e insignificantes problemas como son los viáticos de un grupo de docentes y lo que es peor dejando que el tema se agrave para achacar la responsabilidad a una institución que ya cumplió con el convenio tal como era su obligación?
¿Acaso los directivos de la U.N.T. desconocían la fecha de caducidad del famoso convenio o es que dicho hecho se dejó pasar a sabiendas para que sea asumido por la Municipalidad huamachuquina? Por estas consideraciones creo que dicho convenio no debe ser renovado. La entidad municipal ha cumplido ya su responsabilidad de apoyar la creación, instalación y funcionamiento de dicha sub Sede y ahora le toca la responsabilidad a la U.N.T. En ese sentido debe ir la exigencia de nuestros jóvenes estudiantes y no en dirección de la comuna huamachuquina la misma que debe mirar, eso si, con seriedad y prontitud, la concreción de la Universidad Nacional Ciro Alegría (UNCA) que hasta ahora es un proyecto que no aún avanza provocando la justa preocupación de la población huamachuquina apesar de haber transcurrido más de dos años de haber sido creada.