Aplaudidas y elogiadas gracias a su destreza, las bastoneras norteamericanas son ya un símbolo del Festival de la Primavera de Trujillo.
- Hermosas por donde se les mire, las rubias beldades visitan nuestro país cuando llega la estación de las flores. Ya llegó la primavera y eso hay que celebrarlo.
No son reinas ni modelos aunque tiene la belleza para serlo, tampoco gimnastas olímpicas a pesar de su envidiable agilidad.
La verdad es que ellas son las bastoneras internacionales que han llegado para adornar el Festival Internacional de la Primavera de Trujillo, que en su edición número 63 no puede darse el lujo de prescindir de una tradición reclamada por el respetable.
Así, las hermosas mujeres de cuerpos elásticos y gracia sin par, llegan como cada año para recibir el aplauso de propios y extraños, siguiendo una costumbre importada pero que ha ido adquiriendo trujillanísimo encanto.
Belleza y tradición primaveral
Fue en 1950 cuando se organizó por vez primera el Festival de la Primavera de Trujillo.
La idea se basó en plasmar en el Perú una celebración extranjera que consiste en el desfile de vehículos adornados con alegres colores que recuerdan a la estación de las flores, para enmarcar la belleza de las reinas nacionales y extranjeras que suelen participar del evento.
Sin embargo, la fiesta no iba a considerarse completa sin el añadido de las dinámicas bastoneras, por ello se decidió traerlas desde los Estados Unidos de América.
Con su destreza artística y su sonrisa siempre dispuesta para alegrar a cualquier viandante, las bastoneras conquistan multitudes y son conocidas también como “guaripoleras”, debido al manejo de la guaripola o bastón de mando característico en sus presentaciones.
Las chicas pronto se ganaron el corazón de los norteños y año tras año son de las más aplaudidas a su paso por el corso que suele ser el punto máximo de la festividad.
Sin duda, las bastoneras son ya un símbolo indesligable de la celebración primaveral.
Hermosas por donde se les mire, las rubias beldades visitan nuestro país cuando llega la estación de las flores para alegrar a pequeños en alberges infantiles o, en todo caso, a un grupo de adultos mayores olvidados en un frío asilo, quienes reciben la visita de las animadoras como parte de las actividades sociales que realiza el Club de Leones.
Gracia y elegancia con un bastón
Son 14 las bastoneras extranjeras preparadas para alegrar a las más de 200 mil personas que colmarán las calles de Trujillo durante el corso primaveral programado para el próximo 29 de setiembre.
Luego de visitar el Congreso de la República y departir algunos momentos con nuestros cuestionados padres de la patria, las jóvenes enrumbaron a Trujillo para demostrar su destreza con el bastón en cuanta actividad son invitadas.
Resulta realmente impresionante observar las piruetas que realizan con la guaripola, desafiando incluso las leyes de la física y el limitado alcance de la visión humana.
Ellas, con bastón en mano, ponen su granito de arena para el éxito de un festival entrañable de génesis extranjera pero con una inocultable raíz popular que ha sabido ocupar un lugar importante en el calendario turístico norteño.
Ya llegó la primavera y eso hay que celebrarlo. Por eso, las esbeltas bastoneras norteamericanas nos invitan a compartir con ellas la alegría de una fiesta trujillana abierta al mundo entero.
Por: Julia Góngora (RPP)