Por: Dionicio Mantilla León
Nos encontramos en la “cresta de la ola” de la campaña electoral y las ofertas de los candidatos presidenciales emergen sin freno. Muchas de ellas son originales y otras son un burdo plagio y, a la falta de creatividad, se van colocando en la mesa del debate algunas propuestas muy sensibles como: La pena de muerte en casos de violación, el aborto, el consumo de droga, el matrimonio “gay”, entre otras. Y quien viene atizando la mecha del candelero, poniendo sobre la mesa estos temas controversiales, es el ex Presidente Alejandro Toledo, quien hasta la fecha viene encabezando las encuestas. ¿Qué interpretación podemos darle a estas propuestas?
LA PENA DE MUERTE A VIOLADORES.-
Cuando en el 2006 el Perú se conmovía por una serie de conflictos sociales y, asimismo, por execrables violaciones seguidas de asesinatos, Alan García, lanzó la iniciativa de la imposición de la pena de muerte para los violadores pese a conocer que era inviable debido al impedimento fijado por el tratado con la Corte Interamericano de Derechos Humanos, propuesta que constituyó una nítida “cortina de humo” que desvió la atención ciudadana a la falta de solución a los agudos conflictos imperantes en ese momento.
Hoy, la historia se repite con Keiko Fujimori, que plantea la pena de muerte para los violadores también como “cortina de humo” que tape su incapacidad como congresista y su carencia de méritos para pretender ser Presidenta de la República. ¿Porqué a lo largo de sus 5 años en el Congreso no planteó y sustentó tal propuesta y, ahora si, es que antes no han habido violaciones?
Por razones de principio la vida es sagrada y nadie está facultado a atentar contra ella. ¿Entonces qué hacer en este caso? Según muchos un castigo ejemplar para poner freno a este problema sería la castración y otro, el internamiento con cadena perpetua en penales especiales como anteriormente existía, esto es, el “Sepa”. (http://conlafeylaverdad.blogspot.com/)
Cuando en el 2006 el Perú se conmovía por una serie de conflictos sociales y, asimismo, por execrables violaciones seguidas de asesinatos, Alan García, lanzó la iniciativa de la imposición de la pena de muerte para los violadores pese a conocer que era inviable debido al impedimento fijado por el tratado con la Corte Interamericano de Derechos Humanos, propuesta que constituyó una nítida “cortina de humo” que desvió la atención ciudadana a la falta de solución a los agudos conflictos imperantes en ese momento.
Hoy, la historia se repite con Keiko Fujimori, que plantea la pena de muerte para los violadores también como “cortina de humo” que tape su incapacidad como congresista y su carencia de méritos para pretender ser Presidenta de la República. ¿Porqué a lo largo de sus 5 años en el Congreso no planteó y sustentó tal propuesta y, ahora si, es que antes no han habido violaciones?
Por razones de principio la vida es sagrada y nadie está facultado a atentar contra ella. ¿Entonces qué hacer en este caso? Según muchos un castigo ejemplar para poner freno a este problema sería la castración y otro, el internamiento con cadena perpetua en penales especiales como anteriormente existía, esto es, el “Sepa”. (http://conlafeylaverdad.blogspot.com/)