Culminada la procesión y habiendo ingresado la imagen de San Francisco a la catedral de Huamachuco, los negritos bailan y se trasladan a los 5 altares ubicados en diferentes lugares de la ciudad.
Los negritos y quienes no se pintan, agradecen las peticiones y milagros concedidos por el Santo de Asís, prometiendo acompañar el próximo año.