viernes, 10 de junio de 2022

Los responsables de la fuga de Juan Silva siguen en sus puestos

DEBEN RENUNCIAR. Dimitri Senmache tiene que responder por el escape del amiguísimo presidencial. Especialistas remarcan que ministro no puede rehuir de su responsabilidad ni aferrarse al cargo. Lo mismo debe hacer el jefe de la Policía, Luis Vera.

Se dan la mano. Senmache recomendó pasar al retiro al general Vicente Tiburcio, quien estaba detrás de Bruno Pacheco y Fray Vásquez. (Foto: Presidencia)

“Estoy abocado a temas como Atico (Arequipa), Las Bambas (Apurímac) y el tema de los requisitoriados”. Así respondió ayer el aún ministro del Interior, , cuando Perú21 le solicitó una entrevista para que explique la fuga del extitular de Transportes –y amiguísimo presidencial– . En su mensaje, quedan claras sus prioridades. En último lugar, una fuga que a todas luces se pudo evitar.

Especialistas consultados por este diario coincidieron en que la responsabilidad política recae, indudablemente, sobre Senmache, pese a que ahora el ministro pareciera querer mirar hacia otro lado. “Yo no soy el que va a permanecer en la puerta de su domicilio para ver si sale o no sale la persona”, aseguró a Canal N, pese a ser el titular del sector Interior. Al cierre de esta edición, en Panamericana TV, intentó también echarle la culpa a la Fiscalía de la Nación.

La Comisión de Fiscalización del Congreso citó a Senmache, para mañana viernes, a fin de que responda por “las acciones tomadas por su despacho” en torno a la captura de Silva, pero también de otros miembros del círculo presidencial, como el exsecretario Bruno Pacheco y el sobrino Fray Vásquez, coincidentemente también prófugos. El ministro aseguró que acudirá.

“Acá la responsabilidad política es del ministro. Ya debiera él presentar su carta irrevocable de renuncia por su incapacidad”, aseveró, por ejemplo, el exdirector de la Policía Eduardo Pérez Rocha. En esa línea también se pronunciaron congresistas y otros especialistas.

LA FUGA SE PUDO EVITAR

Juan Silva, sindicado de ser parte de una red criminal que estaría encabezada por el propio presidente Pedro Castillo, se paseó por sets de televisión de Lima brindando entrevistas hasta el miércoles 1 de junio.

Pero para ese entonces, ya pesaba sobre él una orden fiscal de videovigilancia policial, dada la relevancia del caso, su condición y los graves delitos que se le imputan.

Este pedido fue remitido a la Policía el viernes 27 de mayo, un minuto antes de las once de la noche. Se dispuso que la Dirección de Inteligencia (Dirin) y la Dirección contra la Corrupción (Dircocor) la ejecuten. Pero se les escapó.

La PNP aseguró –en un comunicado– que ni bien llegó el pedido fiscal, “se inició el cumplimiento de la disposición, sin lograrse ubicar” a Silva. El paradero del amigo de Castillo era más que público, pues brindó entrevistas a dos medios días después, el 1 de junio.

Por la noche de ayer, el aún comandante general PNP, Luis Vera, intentó evadir responsabilidad, pero solo sembró más dudas. Dio a conocer que luego de estas entrevistas –que brindó el exministro– se hizo humo.

“Según me informa Inteligencia, hasta ahí estaba controlado. Pero una vez que ingresa a uno de los inmuebles, ahí es donde al día siguiente ya ni siquiera la seguridad tuvo conocimiento de su paradero”, manifestó en ATV. El 2 de junio, a la 1:00 p.m., “ya no se le vio”, reportándose de ello a la Fiscalía.

El 6 de junio, para cuando ya pesaba sobre Silva una orden de detención preliminar por 15 días, el exministro pidió por escrito prescindir de la seguridad del Estado que tenía asignada “por motivos personales”, la cual debería de haber reportado y llevado un registro de todos sus movimientos. Sin embargo, en el Mininter y la Comandancia General de la PNP esto no era motivo de sospecha.

Según la versión de la Policía, para ese entonces su seguridad estatal ya había reportado que no tenían comunicación con él.

El ministro Senmache y el propio comando policial tienen que poner sus cargos a disposición y responder varias interrogantes ante tantas omisiones en esta trama que permitió la fuga de una de las piezas claves en la investigación contra Castillo.

¿El comandante general de la Policía, Luis Vera, le reportó a Senmache, el 7 de junio, a primera hora, que Silva había pedido que se suspenda su resguardo del Estado? El ministro dijo la noche del martes a Canal N que él despacha todos los días con Vera, a quien días antes le solicitó “redoblar esfuerzos” para capturar a todos los requisitoriados del país.

Si hay una responsabilidad operativa, también hay un responsable político que tiene nombre y apellido.

Ofrecen S/50 mil por Silva

El prófugo exministro de Transportes y Comunicaciones (MTC) Juan Silva fue incluido en el programa de recompensas del Ministerio del Interior y se ofrece S/50,000 por información para dar con su paradero.

Silva afronta un pedido de ubicación y captura luego de que agentes de la Dirección contra la Corrupción (Dircocor) no pudieron ubicarlo en su domicilio, en Puente Piedra, para cumplir con una detención preliminar por 15 días dictada por el juez supremo de investigación preparatoria Juan Carlos Checkley.

Alfredo Yalán, abogado del prófugo, señaló a este diario que están evaluando si asistirá o no a la citación de hoy ante la Fiscalía de la Nación, donde se busca recoger sus declaraciones en calidad de investigado por el caso Puente Tarata.

La conducta procesal de Silva deja en evidencia que no acudirá a la convocatoria.

El amigo de Castillo es investigado por colusión y organización criminal por presuntamente integrar una mafia junto al presidente.

TENGA EN CUENTA:

“Nosotros no estamos protegiendo a nadie”, dijo anoche el comandante PNP Luis Vera. Agregó que Inspectoría ya inició un procedimiento interno y que “se va a sancionar a esas personas que no han cumplido su deber”.

A Silva, quien duró siete meses como ministro de Transportes en la gestión de Castillo, la Fiscalía le atribuye los presuntos delitos de colusión y organización criminal. (Perú 21)