Por: Dionicio Mantilla León
¡Por fin! Luego de dos largos años que nos parecen toda una eternidad las aulas de nuestro país se abrirán de par en par para recibir a los 10 millones de niños, niñas, adolescentes y jóvenes quienes, nos imaginamos, sedientos de beber el sabio néctar de la sabiduría de sus maestros y maestras acudirán alborozados a sus escuelas, colegios y universidades a partir del lunes 28 de este mes. De esta manera, volverá la alegría, el bullicio y el entusiasmo de nuestros estudiantes engalanando y vistiendo de fiesta los templos del saber junto a sus queridos maestros y maestras para formarse como los futuros conductores de los destinos de nuestra Patria siguiendo el ejemplo de probidad, capacidad y honestidad que nos legaron nuestros personajes ilustres y, Jesús, el Hijo de Dios, quien fue, es y será por siempre nuestro querido Maestro de Maestros.
En
el pasado va quedando la pesadilla de la pandemia y su huella de angustia,
dolor y muerte. También, la precariedad de nuestro sistema de salud con sus centros
médicos y hospitales; pero sí el recuerdo del martirologio de nuestro personal
de primera línea: los heroicos médicos, tecnólogos, policías, soldados y
personal voluntario que se inmolaron por nosotros. En nuestra memoria quedan
también las deficiencias del sistema educativo: pésima infraestructura y
equipamiento, la carencia de tables, de internet en las zonas rurales, la falta
de los servicios básicos de agua y alcantarillado y personal de servicio, entre
otros, lo que trajo deserción escolar y una deficiente preparación académica.
¡Estudiante peruano, especialmente de
nuestra Provincia de Sánchez Carrión y
hermanas provincias andinas! Hoy, es hora de llenar las mochilas
escolares con la valiosa carga de la fe y la esperanza, de la alegría y el
optimismo, de perseverancia y tenacidad ante el nuevo horizonte educativo que
la Patria les presenta. No nos defrauden. Háganlo por Uds. mismos, por sus
padres, por su comunidad que los vio nacer, por la Patria que los mira con
expectativa. Estudien con dedicación, con pasión, con probidad, siempre
pensando en alcanzar sus metas y objetivos. El horizonte de grandeza y
bienestar personal y solidario al que todos aspiramos siempre estará al alcance
de Uds. depende sólo de voluntad y de tenacidad para llegar a él.
¡Hermanos maestros y maestras! ¡El
lunes se abrirán las puertas de los templos de la sabiduría y con ello una
nueva oportunidad de servir! ¡Privilegiados Uds. de tener la invalorable
oportunidad de recibir presencialmente a los escolares huamachuquinos,
curguinos, sanagoraninos, sarineros, marcabalitanos, chugaínos, cochorquinos y
sartineros. Recibir a sus segundos hijos e hijas con el abrazo sincero y colmado
de optimismo. No importan los sinsabores
domésticos que a veces nos deprimen y llenan de angustia nuestros hogares.
Importa más la responsabilidad y la vocación de maestro y maestra.
Respetados padres de familia
comprendamos que la tarea de educar e instruir no es tarea fácil. Por ello es
necesario asumir el rol que les corresponde a Uds. como parte de la comunidad
educativa contribuyendo en la tarea de instruir señalada por ley a los maestros
y maestras, pero sin olvidar que la tarea de educar es un rol fundamental de
Uds.
Finalmente, vaya nuestra invocación
a las autoridades de gobierno de todos los niveles a proveer responsablemente de
la infraestructura y el equipamiento de calidad requerible para el desarrollo eficaz de la labor
educativa.
El día de hoy y, a través de este prestigioso medio de comunicación, expresamos nuestro cordial y respetuoso saludo a todos los estudiantes, docentes y padres de familia de nuestra provincia y nuestra región que el día 28 de este mes inician las clases presenciales deseándoles éxitos en la tarea educativa a emprender a partir del día de hoy.