Por: Dionicio Mantilla León
Nos encontramos en plena efervescencia electoral y, como ya se ha hecho una vieja costumbre en nuestro país y en nuestra provincia se ha dado paso a toda una campaña de ofrecimientos de toda clase. Todo vale para los candidatos para gobernantes en esta suerte de festival de promesas viables y no viables. Y como todo vale para captar el voto también se viene recurriendo a la entrega de regalos llaveros, polos, gorros, víveres, dinero y la mejor sonrisa (que parece carcajada) y un fuerte apretón de manos y abrazos. Al fin todo vale. Todos lo hacen sin ninguna excepción.
Y como también es costumbre en nuestro país los postulantes se vienen valiendo de la zancadilla y al ataque verbal en contra de los rivales electorales negándoles, si estos van a la reelección, algún mérito o desconociendo alguna obra positiva que hayan realizado en su comunidad erigiéndose entonces como los salvadores y los redentores de la aguda problemática en la que se supone se halla. “¡Sólo los jóvenes salvaremos al pueblo!”, afirman a viva voz. “¡Las actuales autoridades no han hecho nada por nuestra comunidad! !La provincia está abandonada y ninguna autoridad hace nada! ¡Quien les habla con nuestro Presidente de la República que elegiremos el 2016 estaremos sacando del atraso a Huamachuco!” , exclama uno.
Otros dicen: “Dotaremos de un moderno templo a todos los grupos religiosos sean católicos o evangélicos”. ”¡Daremos becas a nuestros estudiantes y profesores!”.”¡Construiremos un moderno local para el Hospital Leoncio Prado! ofrece otro.“ Olvidándose, que esto no es posible y que está en proceso de ejecución el Hospital Estratégico a construirse en el actual terminal terrestre. “¡Construiremos carreteras, represas, canales!”.”¡Dotaremos de Escuelas y Seguro Social para los ronderos campesinos y urbanos!” “¡En nuestro pueblo el alcalde no ha hecho nada, yo construiré escuelas y colegios modernos, voten por mí!”. Otro dice: ”¡El Consejero no ha hecho nada, yo si lo haré!”, habla otro. “¡Haré realidad el agua potable para Huamachuco!”, exclama otro.
Mientras esto se ofrece en radio y TV por las calles de Huamachuco otro candidato a Alcalde, contrata gente que con papel en mano salen por los barrios a inscribir a los incautos para futuros trabajos a entregar por la municipalidad como si esta institución fuera una despensa de empleos tal vez imitando a un alcalde que puso en las gerencias ediles a personas sin profesión y con el sólo mérito de haber ayudado en su campaña electoral sin importarle nada su eficiencia. La cosa era pagar los favores y punto.
Este torbellino de promesas, muchas de ellas demagógicas y no viables, se toparán luego de algunos meses, con una triste realidad como es la inoperancia y la incapacidad en el trabajo y la corrupción y, en consecuencia, en el atraso comunal. Un cuadro que generará fracaso y decepción quedando sólo una salida: la revocatoria de la autoridad. Consecuencia nacida del exceso en las ofertas y la desesperación por ganar las elecciones a como dé lugar no importando como.
Felizmente, que no todo es así, existen ciudadanos capaces, sinceros, que ofrecen lo que realmente es viable ejecutar porque conocen realmente los problemas y potencialidades de su comunidad. Que no se creen redentores ni salvadores de nadie, sino humildes servidores del pueblo que participan en esta jornada democrática porque realmente desean hacer algo por su pueblo. Que saben que tienen derecho a ser elegidos, que son conscientes de su capacidad, que no tiene problemas policiales ni judiciales, que se han preparado con cariño para dirigir una institución tan complicada como es una municipalidad. Que no tiene afán de lucrarse de los dineros municipales. Que reconocen las obras ejecutadas por las autoridades actuales, lo agradecen y ofrecen continuarlas.
Que como futuros alcaldes no se esperanzarán en el apoyo de su futuro Presidente Regional sino que confíen en su propia capacidad de gestión y en su firme liderazgo comunal. Que como Consejeros Regionales no esperan todavía que gane la presidencia de la República el líder de su partido para representar cabalmente a la provincia como si no se sintieran seguros de su capacidad.
Este 5 de octubre amigos conciudadanos huamachuquinos y del ande liberteño tenemos un compromiso de honor. Elijamos a quien merece ser elegido. Nuestro pueblo es digno y merece lo mejor. No elijamos al que nos ha mentido y se excede en sus ofertas demostrando desconocimiento de la realidad comunal. No al que desconfía de su propia capacidad y la fuerza del pueblo y busca el apoyo de otro. No al que haya tenido la costumbre de robar.
De nosotros depende el futuro de nuestro pueblo. Si queremos un pueblo digno y desarrollado elijamos a un alcalde, regidor y Consejero Regional, también digno.