domingo, 21 de septiembre de 2014

El voto informado


Por: Dionicio Mantilla León

Nos encontramos a escasas dos semanas del 5 de octubre y posiblemente la ciudadanía ya tiene definida su preferencia electoral, de repente no, o , en el peor de los casos, muchos hayan ya decidido votar en blanco o anular su voto por cuanto dudan de todos los candidatos que se presentan en esta nueva jornada electoral. Así las cosas, resulta oportuno preguntarnos ¿Y cuál podría constituir una decisión correcta?

Con el propósito de contribuir a tomar la decisión más adecuada el Jurado Nacional de Elecciones ha venido implementando un programa denominado “El voto Informado” cuyo objetivo es lograr que el elector conozca todos los pormenores de este nuevo proceso electoral y, sobre todo, se informe del historial de vida de los candidatos a gobernantes; por cuanto, es el elector el único responsable de la elección de la autoridad que a partir del primer día útil de enero del próximo año va a tener la honrosa responsabilidad de conducir los destinos de su comunidad local o regional.

Nadie, con dádivas, promesas demagógicas o de un futuro empleo debe influir en la elección de un gobernante. Es el mismo ciudadano el que conscientemente lo elige conociendo los defectos y virtudes de los candidatos de tal suerte que aquí se hace realidad aquello de que cada pueblo tiene la autoridad que merece tener. Si el elector considera que su comunidad no vale mucho pues elegirá a alguien que tampoco valga mucho y no será exigente en cuanto a pedir capacidad y experiencia gerencial a su candidato y elegirá a cualquiera. Si para él la corrupción es un mal menor y que todos son iguales entonces elegirá a un corrupto o a un débil de carácter que permite la corrupción en el gobierno regional o en el municipio.

Si, cree que todos los candidatos son ladrones no le quedará más remedio que elegir a un ladrón no importándole que tenga problemas judiciales por haber robado a algún municipio y de la noche a la mañana resulte ostentando riquezas (Tierras, camionetas, casas) que antes de ser alcalde no las tuvo. Tampoco le importará saber que algún candidato teniendo problemas judiciales por haber sobrevaluado las obras comunales se presenta a una reelección, tal vez llevado por aquella frasecita que se ha vuelto clásica: “No importa que robe, pero que haga obras” como si el fin justificara los medios.

Elegir a una autoridad reviste pues mucha responsabilidad. Es uno de los derechos, deberes y privilegios más importantes que posee un ciudadano, pero para ejercerlo, se requiere tomar conciencia de esta facultad y conocer bien el historial de los candidatos. Lo interesante es, amigo elector, brindarle la importancia del caso a esta nueva oportunidad que nos brinda la Democracia y el Estado de Derecho. Si bien nos asiste el derecho de elegir a nuestros gobernantes, también tenemos la obligación de elegir bien, es decir elegir al más capaz, al de mayor trayectoria de servicio a la comunidad, al que siempre ha dado muestra de honradez y al que tenga dotes de liderazgo y carácter que no sea un “blandengue” y defienda a los corruptos que trabajan con él. Un ciudadano corrupto e incapaz y con serios antecedentes judiciales difícil y hasta imposible es que cambie cuando llegue a ser autoridad. Si antes de ser alcalde robaba un poco cuanto más será si es elegido gobernante municipal o regional considerando que tendría en sus manos los millones de soles que el Estado le entrega.

Si para Ud. alguno le parece el más idóneo, más apto y el que reúne los requisitos necesarios de respeto, capacidad, honradez y dinamismo para liderar a su pueblo no lo dude y elíjalo. Si cree que de todos los postulantes hay alguno menos malo que los demás, vote por el menos malo; pero si, en su opinión, no ninguno merece su voto pues sencillamente anule su voto, pero no lo deje en blanco pues hacerlo es contribuir al fraude pues su voto podría ser llenado por algún pícaro miembro de mesa en favor del candidato de su partido.

Elija al candidato del cual Ud. no se vaya a arrepentir jamás, pues de portarse mal Ud. mismo tendría que pedir su revocatoria provocando así un fuerte gasto para el país. En consecuencia, debe Ud. elegir a alguien del cual se va a sentir orgulloso.

¡ELEGIR BIEN A NUESTRAS AUTORIDADES ES UNO DE LOS DERECHOS MÁS IMPORTANTES QUE NOS BRINDA LA DEMOCRACIA EN QUE VIVIMOS! ¡NO LA DEFRAUDEMOS!