martes, 2 de abril de 2013

El Servicio Militar Obligatorio


Por: Dionicio Mantilla León

“Mi hijo tiene ya 9 meses cuidando la casa de un oficial y no le enseñan nada de la vida militar”, “Recibe un trato abusivo”, “Le dan la peor comida”, “Les llaman perros”. Son, entre otras, las diversas denuncias que indignados padres de familia de soldados asignados a cuarteles del E.P. de Trujillo, hicieron en el programa “Contacto” de Canal 15 UCV Satelital, (9.p.m. 26/03/13). Un concepto que la casi totalidad de peruanos tenemos del Servicio Militar Obligatorio, ahora Voluntario. Realidad existente en muchos cuarteles del E.P. que no deja de tener algo de veracidad y que es una de las causales de la ostensible disminución del número de reclutas.

Un servicio que, en las actuales circunstancias que nos ha tocado vivir y en donde la seguridad externa y seguridad interna está en riesgo se ha tornado indispensable, motivo por el cual EL ACTUAL GOBIERNO HA PUESTO EN VIGENCIA el D.L. 1146, por el cual, luego del período de llamamiento ordinario, de no alcanzarse el número del contingente necesario se procederá a completar a través de un sorteo, lo que ha motivado el escándalo de apristas y fujimoristas A PESAR DE HABER SIDO EL GOBIERNO DE ALAN GARCIA EL QUE LO EXPIDIÓ.

El problema suscitado es que de los 36, 000 reclutas que se necesita al año siempre resulta una faltante de 18,000, el que se proyecta superar a través de un llamamiento extraordinario de voluntarios, pero si a pesar de eso no se cubre se procederá a obtenerlo a través del sorteo de jóvenes de 18 a 25 años de edad, estando exceptuados quienes posean incapacidad física y mental, cursen estudios superiores, sean único sostén de su familia o estén privados de la libertad. Como incentivo el gobierno ha dispuesto otorgar mil becas para estudiar en SENATI y SENCICO, acceso al programa Beca 18, préstamos en el Banco de la Nación y una propina mensual de 350 soles. Quienes habiendo sido seleccionados no se presentaren pagarán una multa de S/.1, 850.-y de no pagar se les declarará en “muerte civil” no pudiendo realizar ninguna gestión o trámite con su D.N.I.

Nadie duda de lo trascedente que resulta la vigencia del Servicio Militar en estos momentos, un servicio que debe ser planteado como la práctica del deber que todo peruano tiene para con la Patria orientado a la defensa de la soberanía nacional y a acciones de desarrollo social. Empero, lo que es materia de discrepancia es la manera como se ha venido enfocando en donde la discriminación, el abuso, la corrupción y la falta de una capacitación militar adecuada han sido y son los indicadores más relievantes y motivo de denuncias, negativa a ser reclutados y hasta de deserciones. A esto se agrega hoy la injusta medida del pago de una multa para quien no desea servir a la patria por cuanto un deber cívico trascedente como este no debe ser subsanado con dinero, el que muy fácilmente podrá ser pagado por un joven adinerado, pero no por uno que no lo es, considerando más bien que basta con la “muerte civil” en la que debe incluirse el constituirse como impedimento para seguir estudios superiores, conseguir trabajo en las instituciones estatales y su registro como omiso para que sea la sociedad la que se encargue de la sanción moral pertinente.

El S.M.O. siempre ha sido cuestionado por el trato degradante brindado a nuestros soldados lo cual es indigno por ser una institución tutelar especial de la patria por lo que considero que es tiempo de operar en él un cambio profundo creando para el efecto un reglamento especial que le otorgue la importancia pertinente y en el que se estipule el trato respetuoso y digno al soldado por parte de la oficialidad proveyéndole lo necesario para un correcto adiestramiento militar lo cual contribuirá a brindarle la confiabilidad que siempre debería haber tenido en el seno de la patria.