domingo, 28 de abril de 2013

Posiciones encontradas sobre la posible compra de activos de Repsol en el Perú


Secada propone que el gobierno opte por una refinería más amplia que La Pampilla y Talara. Campodónico: Lo de Repsol ayudará a la integración vertical de Petroperú. Adrianzén: Es un retroceso

El choque de posiciones frente a la compra de los activos de Repsol en el país por Petroperú generó un intenso debate en las cabinas de Radio Programas del Perú, atizado por los últimos movimientos del gobierno en torno a la empresa estatal.

Así, el ex presidente de Petroperú Humberto Campodónico señaló que la compra de Repsol favorecería la integración vertical de la petrolera estatal, pues estaría presente en toda la cadena del mercado de hidrocarburos, desde la producción hasta la comercialización, lo que la haría más eficiente.

Consideró que esta es una oportunidad en la que debería discutirse no solo el tema de Repsol, sino la política energética que debe llevar adelante el país en los diferentes sectores de la industria.

Indicó que esta suerte de participación ciudadana de Petroperú en la Bolsa de Valores de Lima le daría trasparencia a la empresa y tendría todo lo que tienen las empresas modernas, como la brasileña Petrobrás y la colombiana Ecopetrol.

Campodónico propuso que se haga una diu diligence (proceso de investigación exhaustiva) de los activos de Repsol en el Perú con un banco de inversión que analice los estados financieros y el estado de esa propiedad de la empresa.

Petroperú debería contratar los servicios de un banco de inversión que evalúe la posible adquisición de Repsol, pues la realidad es que hay empresas públicas petroleras en todos los países de América del Sur y esto no es teoría, señaló.

CUESTIONAMIENTOS

Por su parte, el economista Pablo Secada cuestionó que haya pasado inadvertido el dominio de Repsol y Pluspetrol en el mercado del GLP (gas licuado de petróleo).

Consideró que una de las consecuencias de subsidiar los precios de los combustibles es que eventualmente el gobierno acaba con una gran deuda.

Secada propuso que el Perú, de querer participar en el sector hidrocarburos, debería tener una refinería mucho más amplia que la suma de La Pampilla y Talara, que también sea más limpia.

Criticó que el gobierno intente justificar su participación en el sector, cuando el Estado no hace un esfuerzo para dar mejor información a las empresas petroleras, razón por la que solo “las peores” llegan al país.

En tanto, el economista Carlos Adrianzén afirmó que la deficiencia de las empresas estatales formadas entre 1973 y 1992 costó al país cerca de US$ 34.000 millones, además de la pobreza y el retroceso económico generados.

Precisó que las empresas del Estado vigentes le cuestan al fisco cerca del 5% del PBI, es decir US$ 10.000 millones y su inversión es de apenas 100 millones en conjunto.

Sostuvo que en el Perú hay flagrantes necesidades de atención de servicios básicos, por lo que es un “crimen” quitar dinero a sectores como salud, educación y seguridad ciudadana para destinarlo a la actividad petrolera.

Se postergó modernización

El especialista en temas energéticos Manuel Dammert denunció que durante el gobierno de Alan García Pérez, entre 2006 y 2011, se postergó la desulfurización o modernización de las refinerías que maneja Petroperú.

Indicó que se permitió que se importen unos 7.000 millones de dólares en combustibles de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) de Chile, que es una compañía estratégica para ese país del sur.(la república)