sábado, 27 de abril de 2013

Los viudos de Thatcher


Por: César Lévano

La extrema derecha en conjunto –incluso Alan García- se ha lanzado contra la posibilidad de que el Estado recupere la refinería de La Pampilla, que estaba valorada en 550 millones de dólares y fue malbaratada a Repsol por 180 millones de dólares, previa coima sin duda. El furor antiestatista se desata justo cuando en el mundo se alzan voces críticas contra esa línea que Margaret Thatcher implantó en Gran Bretaña, con lo cual arruinó a su país y al mundo.

La crisis de Europa hunde sus raíces en la prédica de Thatcher. El gobierno de España acaba de anunciar que, por primera vez, el número de desempleados pasa de los seis millones (el 27.1 por ciento de la población económicamente activa).

Grecia protesta porque quieren rebajar la exigua pensión de los jubilados. Francia arroja más obreros a la calle. El thatcherismo sobreviviente en el FMI y el Banco mundial maneja el hacha antisocial que la “Dama de Hierro” forjó.

Lo irónico es que la muerte de la vieja reaccionaria ha avivado el debate y la condenación del neoliberalismo de Thatcher. Bloomberg Businessweek, revista del poderoso grupo financiero, publica en su edición del 15 al 21 de abril un balance crítico. Su portada ostenta una gran foto de Thatcher con este título: What she got wrong (Lo que hizo mal). Un texto es Thatcherism, R.I.P.

Ese escrito contiene un obituario y una autopsia del thatcherismo. El autor es el economista inglés Aditya Chakrabortty, editor económico del diario londinense The Guardian. Dice él que el thatcherismo creó los parámetros políticos para todos sus sucesores, incluidos los laboristas, cuyo eje fue la disminución del Estado. La reducción de los impuestos a los ricos, la liberalización del mercado del trabajo y el desmantelamiento de los controles en el flujo del dinero cambiaron para siempre el país.

Sin embargo, acota el economista, los tories (los conservadores del partido de Thatcher), no aplastaron las más significativas instituciones del país: la BBC y el Servicio Nacional de salud, que siguió brindando cuidados de salud gratuitos.

“Aunque Thatcher murió recién la semana pasada”, prosigue el analista, “los golpes mortales al thatcherismo fueron aplicados por la crisis fiscal del 2008”. “El producto interno bruto sigue por debajo del nivel del 2008, mientras que regularmente estallan frescos escándalos bancarios”.

La vicegobernadora del Banco de Inglaterra, Rachel Lomas, describió cómo, cuando fue funcionaria bajo Thatcher, fue parte de un proyecto que “desmanteló una versión del capitalismo” y la reemplazó por el neoliberalismo. El examen recuerda al fracaso del “capitalismo popular” y la crisis de la vivienda generada por la privatización del sector. La Gran Bretaña se ha desindustrializado. “Después de 30 años de thatcherismo”, concluye el autor, “la economía británica se muestra peligrosamente descaminada y grotescamente desigual”.(la primera)