Burgomaestre de Angasmarca, Diógenes Geldres, inauguraba una obra de electrificación cuando fue asesinado por dos integrantes de 'La Jauría'.
No se descarta que el crimen tenga móvil político | Foto: Cortesía
Angasmarca. Dos delincuentes integrantes de la sanguinaria banda ‘La Jauría’ del distrito La Esperanza (Trujillo) asesinaron al alcalde de Angasmarca, Diógenes Geldres Velásquez en circunstancias que inauguraba una obra de electrificación en el caserío Colpa Seca. El burgomaestre era militante de Acción Popular.
Los autores del crimen fueron identificados como Junior Genaro Esparza Hoyos (22), natural del caserío Nueve de Octubre (Cascas) y Eber Gustavo Angulo Huamán (22), oriundo de Chicama, llegaron a bordo de una moto lineal color negra, marca bronco, sin placa de rodaje.
Eran las 3:00 de la tarde, cuando el burgomaestre llegó al caserío Colpa Seca para inaugurar una obra de electrificación y en el preciso instante que se disponía a pronunciar su discurso inaugural, uno de los homicidas que se encontraba confundido entre los pobladores asistentes sacó su arma y le disparó, impactando el proyectil en el maxilar inferior, provocando un orificio de entrada y salida. La autoridad, al sentir el impacto del disparo se arrojó al piso para evitar que lo sigan atacando, pero el sicario volvió a dispararle cuando estaba tendido en el piso, pero la bala sólo le rozó la cara.
El homicida se abrió paso entre la multitud que estaba absorta y corrió hacia una moto, donde otro delincuentes lo aguardaba con el motor encendido para huir. La autoridad fue auxiliado en el lugar de los hechos y cuando era trasladado de emergencia a Trujillo falleció en el trayecto, a las 10:00 de la noche a la altura de Mótil, jurisdicción del distrito de Agallpampa.
El cuerpo sin vida de la autoridad ingresó al promediar las 11:30 de la noche al hospital Víctor Lazarte Echegaray, desde donde será trasladado a la morgue.
Una vez cometido su propósito, ambos sicarios emprendieron la fuga, pero un grupo de trabajadores de la municipalidad y pobladores de la zona emprendieron una tenaz persecución a bordo de una camioneta.
En pocos minutos la camioneta estuvo muy cerca de la motocicleta y por la velocidad que llevaba terminó chocando por la parte posterior al vehículo menor. Los dos ocupantes cayeron al piso, uno de ellos de inmediato fue atrapado por la ronda campesina y el otro intentó escapar e incluso hizo disparos a la camioneta. Esto motivó que se intensificara la persecución, los ronderos cercaron la zona y tardaron una hora para capturar al homicida.
Una vez que detuvieron a los sicarios, los ronderos casi los linchan. Luego intervino la Policía, quienes convencieron a la población para poder trasladarlos a Trujillo.
Hernán Flores Rodríguez | Redacción La Industria