martes, 25 de diciembre de 2012

“Es urgente acuerdo entre Chile y Perú sobre manejo de recursos compartidos”


Conversamos en Santiago con la persona que desde un año antes de los alegatos orales en La Haya lideró reuniones de todos los sectores representativos de Chile, en coordinación con sectores peruanos auspiciados por Idea Internacional, para evitar que este litigio deteriore dramáticamente las relaciones entre los dos países.

Por Inés Flores.

-Usted ha planteado a los gobiernos de Perú y Chile que a partir de marzo se profundice la agenda binacional. ¿Es una especie de previsión ante la tensión que podría generar el fallo de La Haya?

Esta iniciativa de pensar en el futuro la impulsamos ciudadanos peruanos y chilenos representativos de distintos sectores de la ciudad, como ex militares, parlamentarios, empresarios, analistas internacionales. Creo que ha generado una gran expectativa y ha producido esfuerzos. El lunes (10 de diciembre) nuestra Declaración de Arica-Tacna fue recibida por el canciller Alfredo Moreno, quien previamente ya había recibido la Declaración de Lima que emitimos en agosto. Ayer (jueves 13 de diciembre), el canciller Rafael Roncagliolo recibió la Declaración Arica-Tacna.

-¿En qué hay que ponerse de acuerdo?

Un tema básico que está bastante despejado es el cumplimiento integral, cabal y en tiempo oportuno del fallo. También me parece muy importante que se formalice al máximo lo que está hoy diciendo el presidente Humala, lo que dijo el embajador Wagner al finalizar el alegato por la parte peruana (de que es el último diferendo entre ambos países).

-¿Es necesario, como usted lo ha planteado, que los presidentes Piñera y Humala pongan por escrito que este es el último diferendo?

Yo creo que sería bueno, porque sabemos que hay desconfianza. Sabemos que las cosas hay que hacerlas de mejor manera y aprovechar este buen clima que se ha creado, no obstante las tensiones propias de un juicio en La Haya, para que quede claramente establecido que aquí no quedan los temas del siglo XIX ni del siglo XX, y así podemos abrir paso a una agenda de futuro que es lo que corresponde para el siglo XXI.

-¿Cuál es la agenda del futuro entre Chile y Perú?

Los temas de la integración energética. Perú tiene excedentes de gas, Chile tiene déficit. Chile y Perú en conjunto representan más o menos entre el 45% y 50% de las reservas mundiales probadas de cobre. Chile tiene una experiencia mayor (en minería) producto de lo que ha sido su política durante los últimos años. Así como Chile y Argentina firmaron un tratado minero luego del enorme conflicto que tuvieron, creo que se podría hacer algo semejante con el Perú. Está también todo lo que tiene que ver con el desarrollo agrícola: ahí tenemos el desierto en gran territorio y los recursos hídricos son escasos. Otro tema más urgente son las medidas de manejo conjunto de los recursos compartidos como el tema de la pesca.

-La pesca es uno de los problemas en la zona en litigio...

Sabemos que es un tema hipersensible, y sea cual sea el fallo de La Haya va a producir alguna alteración en nuestra relación. Sería muy interesante que hubiera una conversación mayor, porque se dice también como demostración de la dificultad que tenemos que cuando Perú pone veda Chile no la pone, y cuando Chile pone veda Perú no la pone.

-¿Qué problemas detectaron en su visita a Arica y Tacna?

Tiene que ver con la práctica de integración del día a día. Son más de cinco millones de cruces, pero no tenemos un control integrado. No puede ser que la gente que viene de Perú tenga que pasar el control de Tacna y, nuevamente, el control de Arica... y viceversa. No puede ser que no haya un convenio de aeropuertos entre Arica y Tacna, y un avión que tiene problemas para aterrizar en Tacna producto de la neblina, tenga que volverse a Arequipa y a Lima cuando tiene un punto de aterrizaje a 50 y 60 kilómetros. Hay temas en los que las empresas privadas tienen que ver y son cosas muy prácticas: tenemos cinco millones de cruces, miles de personas involucradas en esto y el minuto de llamada por celular entre Arica y Tacna cuesta dos dólares.

-¿Y cuál es la solución?

Los gobiernos deberían ayudar para que las empresas se integren. No puedes hacer transferencias bancarias; sin embargo, los chilenos van (a Tacna) a comprar anteojos, a atenderse en las clínicas, al dentista. Por otro lado, que quede muy claro que al acordar una agenda de futuro entre Perú y Chile, ambos países no estén dejando de lado a Bolivia.

-¿Cómo así?

Que Bolivia no sienta lo que es un sentimiento históricamente fuerte en ese país, que finalmente Chile y Perú se entiendan para dejar de lado los intereses de Bolivia. Estas son las cosas que debemos ir resolviendo hacia adelante para dar vuelta la página.

-¿Cómo evaluó los alegatos orales en La Haya? ¿Esperaba que se genere mayor tensión?

Creo que de pronto Perú, en particular, dio una demostración de voluntad de resolver los problemas de una forma distinta. Aquí hubo mucha gente que esperaba que en los alegatos orales Perú iba hacer una introducción dura, que iba a remover las heridas del pasado.

-¿No exageraron?

Creo que (ayudaron) las distintas iniciativas que se desplegaron: la nuestra, pensando en el futuro; la de Jorge Edwards junto a Mario Vargas Llosa; los acuerdos entre las declaraciones empresariales. Nosotros también les pedimos a nuestros respectivos cancilleres que tuvieran presente que las palabras sacan palabras, y que si el alegato peruano partía con mucha virulencia en ese campo, las cosas se iban a tensar. Creo que estando esto en manos de Roncagliolo y Allan Wagner, hicieron las cosas estupendamente bien. Igualmente, debo reconocer, y soy de la oposición, que el canciller Moreno ha enfrentado las cosas con mucha prestancia y mucho profesionalismo.

-Una suma de esfuerzos que tuvo un buen resultado...

Tengo una visión muy positiva del hecho de que por primera vez los chilenos escuchamos por la televisión masivamente las razones peruanas, y los peruanos a su vez escucharon las razones chilenas.

-¿Los argumentos peruanos los han conmovido un poco?

Creo que, independientemente de lo que venga a ser el veredicto, hay mucha gente que se ha dado cuenta en Chile de que esto no es como se ha dicho: un puro invento peruano. El alegato peruano podría ser correcto e incorrecto, pero no es un infundio, no es algo puramente artificial. Creo también, en el sentido inverso, que la opinión pública peruana debe tener conciencia de que Chile no es simplemente un país hostil que actúa de pura mala fe, que no es un país egoísta que no quiere compartir sus recursos, sino que también tiene su causa y su fundamento. Eso nos permite enfrentar el veredicto de una manera más tranquila.

-¿Cuál es el veredicto que se imagina?

A estas alturas no se sabe, pero sí uno puede decir después de escuchar los alegatos de ambos lados que es un asunto extremadamente complejo, y que los jueces de La Haya van a tener una ardua tarea para adelante.

-¿Chile sigue temiendo un fallo salomónico, término que ha sido rechazado por el Perú?

Además, es absurdo. Creo que cuando se habló del fallo salomónico, el que lo hizo no conocía bien lo que había sido la posición del Rey Salomón. El Rey Salomón en ningún momento pensó que a este bebé había que partirlo en dos y darle una mitad a cada una de las mujeres que reclamaba su maternidad. Él (Rey Salomón) pensó, por el contrario, que debería darle todo a una sola porque eso era lo justo. (la república)