domingo, 1 de enero de 2023

El rol de las nuevas autoridades

ABRIMOS LAS PUERTAS DEL AÑO 2023 CON UNA EVIDENTE NOVEDAD: LA RENOVACIÓN DE LOS CARGOS GUBERNATIVOS DE NUESTRAS REGIONES Y LOCALIDADES. TENEMOS NUEVOS GOBERNANTES SUB NACIONALES QUE DEBEN SER CONSCIENTES DEL ROL QUE EL PUEBLO LES HA ASIGNADO. ¿CUÁL ES ESE ROL?    

Jurar cumplir el rol que le corresponde como autoridad es un gran compromiso

Por: Dionicio Mantilla León

Nos encontramos en el inicio de un nuevo año, una nueva oportunidad que tenemos de instalar a las nuevas autoridades, entre ellas 13,032 alcaldes y 25 gobernadores que jamás deben olvidar que somos los ciudadanos los que los hemos elegido o contratado para dicho empleo y es a nosotros que deben rendir cuentas de su labor durante y después de finalizado su mandato. No se les entrega una carta blanca.

Sin embargo, la mayoría de empleados que contratamos para que nos representen olvidan cual es el origen del cargo que ostentan y se erigen como gobernantes autónomos e incluso como “reyezuelos” que hacen y deshacen de los dineros del Estado incurriendo la mayoría de ellos, en actos de corrupción o pagadores de favores políticos. Una evidencia reprobable es lo acontecido durante los 4 años anteriores en donde de 25 gobernadores regionales 22 han estado involucrados en actos de corrupción. Algo que esperamos no suceda con las nuevas autoridades liberteñas: Arturo Fernández, como Alcalde de la Municipalidad Provincial de Trujillo y César Acuña como Gobernador Regional de la Libertad a quienes auguramos una excelente gestión.

Una característica muy común es que hasta ahora no existe autoridad gubernativa regional o edil que termine su mandato con la inversión total de las partidas económicas de su presupuesto que le entrega el Estado batiendo el récord el Gobierno Regional de La Libertad que ha invertido sólo el 42 % de lo recibido. Renglón aparte merece la Municipalidad Provincial de Trujillo que no sólo no ha invertido el monto total de su presupuesto sino  que lo ha invertido muy mal por lo que nuestra ciudad parece haber retrocedido 30 años de allí que el pueblo lo castigó cuando cínicamente pretendía la reelección y optó por un ciudadano cuyo desempeño futuro es una incógnita y, para algunos, genera gran preocupación.

De otro lado, oportuno es enfatizar en la capacidad de inversión y honestidad de nuestras nuevas autoridades. No pedimos que sean sabios o eruditos, pero si poseer cualidades personales como honestidad, empatía, iniciativa y capacidad para administrar óptimamente los dineros del Estado, pero, fundamentalmente, requisitos indispensables como:

UNO: Conocimiento pleno de las debilidades y fortalezas de la jurisdicción territorial que va a gobernar, esto es, conocer bien las necesidades y las soluciones viables a las mismas.

DOS: Contar con un Plan de Gobierno Integral con objetivos y metas bien definidas, pero sencillo de entender y no un simple listado de obras que se ejecuten de manera coyuntural, es decir, de acuerdo a las circunstancias tal como así lo hacen el 90% de autoridades.

TRES: Conformar un equipo de profesionales y técnicos convocados por concurso que estén exentos de cuestionamientos judiciales y cuenten con amplia experiencia para el sector que les toque desempeñar.

CUATRO: Conformar una oficina técnica “ad hoc” encargada de la elaboración de perfiles, expedientes técnicos y proyectos de obras.

CINCO:   Coordinar con la Controlaría General de la República para que realice acciones de control concurrente de manera permanente en la ejecución de las obras comunales para evitar actos de corrupción. 

Requisitos indispensables para gobernar con eficiencia y eficacia los destinos de un pueblo, pero considerando de manera esencial EL ROL DE GESTOR Y LÍDER que debe asumir una autoridad. Es decir, ser consciente que partir del 2 de enero habrá de convertirse en un ESTADISTA, en el idóneo CAPITÁN del barco que el pueblo le ha encargado para que lo lleve a un puerto signado con el sello del desarrollo.

No tomar en cuenta estos requisitos llevará a sus pueblos al caos y la miseria y, a las autoridades, a la cárcel. Si nuestras flamantes autoridades no cuentan con estos indicadores no hubiesen postulado y harían bien en renunciar.  

Luego de instalarse, ahora, a trabajar