domingo, 3 de abril de 2022

¿Después de la vacancia fallida, qué pasará?

Por: Dionicio Mantilla León

La intención de vacar a Pedro Castillo de la Presidencia de la República, el lunes 28, falló. El resultado de la votación fue: 55 a favor, 54 en contra y 18 abstenciones. Los llamados  “niños”, de Acción Popular, consecuentes con su compromiso con el mandatario, votaron en contra, también lo hicieron quienes temen se cumpla aquello de que “Si cae Castillo, caemos todos” lanzado como advertencia por el Premier, Aníbal Torres, horas antes.

      Una votación realizada luego de los 8 minutos del discurso brindado por Pedro Castillo y los 40 minutos de su abogado defensor, el mismo que confundió, a propósito, un juicio político al que tiene derecho el Parlamento con un juicio jurídico, que es atribución únicamente del Poder Judicial. El Abogado Defensor tuvo muchos vacíos pretendiendo  hacer prevalecer el criterio de que la responsabilidad es exclusivamente de terceros, es decir, los  funcionarios y ministros sin tomar en cuenta al que los designó.

       Los que botaron en contra y se abstuvieron argumentaron que lo hacían por defender la “democracia y la gobernabilidad” o estabilidad política, argumento que nadie cree; sin embargo, esto último, se conseguiría si hubiera una garantía de un cambio en la manera de gobernar, convirtiéndolo en eficiente y eficaz, en un ambiente de transparencia, diálogo, concertación y paz entre todas las fuerzas vivas de la nación incluyendo a los dos principales poderes del Estado como: El Congreso y el Ejecutivo.

       Ahora bien preguntamos ¿Será posible este cambio? ¿Después de la vacancia fallida, qué ocurrirá en el futuro cercano?

      A más de 8 meses de mandato hay personas que aún creen que el citado “cambio” si se producirá, pero, según todas las encuestas, más del 75% de peruanos no creemos que haya un cambio  considerando que Pedro Castillo está atado con el partido Perú Libre y, consecuentemente, está ligado a su Jefe, Vladimir Cerrón, junto a esta sujeción está también a su gremio FENATEP y el Partido Magisterial y Popular del cual sigue siendo su líder canteras de las cuales saca sus ministros y funcionarios, pero lo más grave es otra ligadura o cadena mucho más peligrosa y acerada y es… su  propia persona, es decir su peor enemigo y el que lo hace cometer los mas terribles desatinos es… el mismo Pedro Castillo.

     Con el 75 % de peruanos coincidimos que Pedro Castillo no da la talla para Presidente, no lidera, tampoco gobierna y menos aún constituye un Estadista, él es un radical que como ha dicho hace unos días su jefe Vladimir Cerrón por twuit:  “ha perdido la brújula”. Por ejemplo la última de Pedro Castillo es el de haber insultado_ en  un mitin en Piura_  a los gremios de transportistas, agricultores y ganaderos que hoy se encuentran en pie de lucha reclamando atención del gobierno a sus problemas del alza de precios acusándolos de haberse vendido a los neoliberales y a la derecha.

     Pero, lo más irónico es que en Huancayo cuna de su partido, Perú Libre y cuyas autoridades regionales y locales son de su partido la población huelguista viene exclamando por calles y plazas: “¡Así como lo pusimos, lo sacaremos!” demandando su renuncia.

    Así las cosas es necesario hallar en medio de este torbellino una salida democrática que nos lleve a buen puerto de lo contrario nuestro país entrará en una vorágine sin freno, en el  caos y la anarquía propicio para un golpe de estado que ningún peruano queremos.