PESE A SER UN PAÍS RICO EN RECURSOS NATURALES EL PERÚ SUFRE DEL ALZA DEL PRECIO DE LOS PRODUCTOS BÁSICOS AGUDIZANDO AÚN MÁS LA POBREZA. ¿CUÁL ES LA SOLUCIÓN?
Por: Dionicio Mantilla León
La cruel y abusiva
guerra de Rusia contra Ucrania ha traído consecuencias negativas en el mundo,
no sólo por la pérdida de vidas humanas y cuantiosos desastres materiales sino
por las graves repercusiones en la economía y la producción agrícola, pecuaria
e industrial a nivel mundial todo lo cual ahonda aún más el hambre y la miseria,
sobre todo, en los países en vías de desarrollo como el nuestro. Esto debido a
que el Perú importa de dichos países petróleo, trigo, soya y maíz. Una
dramática situación que pone en relieve hoy algo que muchos gobernantes han
olvidado: La prevención para disminuir los efectos de este escenario a través
de la aplicación de planes de contingencia. Una medida que sólo algunos
gobernantes del mundo lo han llevado a la práctica mientras que la inmensa
mayoría como el nuestro lamentablemente, no.
A este factor externo se une
el interno de países cuyos gobiernos no tienen la palabra prevención en su
agenda y son ineficientes en el manejo de la gestión pública como el Perú
poseedor de un déficit elevado, un crecimiento recesivo, corrupción, ignorancia
e incapacidad gubernamental provocando profundas crisis política, económica y
social.
Ambos factores son causales
de la elevación de los precios de los productos de primera necesidad en nuestro
país entre ellos los combustibles, los fertilizantes y los alimentos básicos como
el pan, azúcar, arroz, pollo, carne, fideos y aceite. Puesto en debate la
búsqueda de salida a esta crisis los expertos plantearon medidas de emergencia
como la eliminación del Impuesto Selectivo al Consumo, la eliminación del IGV,
la ampliación el FISE, y hasta bonos a los sectores más vulnerables registrados
en los programas sociales Juntos, Pensión 65, Contigo. Medidas a la que agrego:
solventar los comedores populares y ollas comunes, entre otros.
Recomendaciones que, recogidos
por el Gobierno, fueron considerados en un proyecto de ley y, como es usual,
enviados al Congreso para su conversión en Ley. Este, sin mayor análisis
técnico lo aprobó pero añadiendo alimentos no indispensables como el faisán y
otros más; pero los errores fueron compartidos por el Ejecutivo y el Congreso pues
ambos se olvidaron de considerar alimentos básicos como el pan y el azúcar. Al
subsanarse esta omisión la ley está en vías de aprobación.
Ahora bien, la pregunta que nos
hacemos todos es: ¿Y cuán efectivas serán estas medidas? Los peruanos esperamos
que si lo sean, aunque hay algunos pesimistas que dicen que no afirmando que la
Ley se topará con el principio de la “economía social de mercado” señalado en
la Constitución Política pues entrañaría un “control de precios” criterio que,
según mi opinión, carece de fundamento por cuanto no existiría tal cosa por una cuestión de simple lógica:
“Si el Estado no cobra el impuesto del IGV no tiene porque considerarse esto en
el precio que se cobra al consumidor”. En todo caso para entrar en vigencia la
ley se requiere de la respectiva reglamentación en donde debe ahondarse la
sustentación. La Ley debe concretarse antes del 1* de mayo fecha de aplicación
de la citada Ley con una duración de 3 meses, es decir finalizar el 31 de julio de este año.
Esperamos que la aplicación de la
exoneración del IGV tenga resultados positivos y se produzca una baja en los
precios de los alimentos quedando pendiente aún la disminución del precio de
los combustibles pues pese a haberse exonerado del pago del “Impuesto selectivo
al consumo” los grifos siguen cobrando igual que antes. El tema del precio de
los fertilizantes está unido al del petróleo por cuanto estos toman al petróleo
como insumo.
¿CUÁL ES LA VERDADERA SOLUCIÓN?
¿Ante este escenario de carencias qué debe hacer el Estado en un futuro inmediato? Pues centrar su mirada en producir lo que no producimos en cantidad (petróleo, fertilizantes, trigo, soya y maíz) para no depender de nadie. ¿Y por qué no producimos? Algo más, ¿Si somos un país rico en recursos naturales porqué las carencias y el sufrimiento? La respuesta es simple: No sólo somos pobres sino miserables en gobernantes. Carecemos de gobernantes idóneos, capaces y honestos, pero somos abundantes en gobernantes incapaces y corruptos. Desde el primer gobierno de Alan García pasando por el del dictador Alberto Fujimori y los sucesivos gobernantes (Con la excepción de Valentín Paniagua y Francisco Sagasti) hasta el actual, Pedro Castillo Terrones, han sido y son, unos miserables cuya mirada se ha centrado más en formar su organización criminal para robar y depredar las arcas de nuestro país, pero menos para convertir al Perú en un país justo y desarrollado. Esa es la razón.
Pero la
responsabilidad la tenemos los ciudadanos que no sabemos elegir y nos dejamos
engañar por la verborrea y las ofertas demagógicas de los candidatos. Si
deseamos que nuestro país cambie, cambiemos nosotros. No nos fijemos en que si
son de izquierda o derecha sino: si son capaces o incapaces, si tienen o no antecedentes negativos, si ostenta o no una trayectoria prístina de
servicio a la Patria; si tienen o no un plan de gobierno democrático y acorde
con los intereses nacionales. Nada más.